El agua resulta fundamental para la industria alimentaria, tanto como ingrediente esencial en algunos productos alimenticios, como elemento que desarrolla una función importante en muchas fases del procesado como puede ser el lavado, la cocción, la limpieza, etc. Los últimos datos ofrecidos por FIAB reflejan que en España el consumo de agua de la industria agroalimentaria alimentaria se redujo un 33 por ciento en el período 2006-2010, gracias a las medidas implantadas en los últimos tiempos.
Una óptima gestión del agua repercute en el ahorro de gastos como pueden ser la adquisición o captación; el acondicionado para su uso, o los relativos a la depuración e impuestos. Elcoste del agua para una industria alimentariadebe calcularse teniendo en cuenta el coste de abastecimiento(agua subterránea o red); elcoste de acondicionadohasta su uso en proceso (ablandamiento, incremento de la temperatura, etc.); loscostes de inversión y mantenimientode los sistemas de depuración para cumplir con los límites de vertido, y por último, los cánones o tasas de saneamiento. Permite además reducir el impacto medioambiental. Así, la racionalización de los costes del ciclo del agua, la mejora del balance energético asociado al tratamiento del agua y la adopción de nuevas restricciones en la calidad de los vertidos, son sólo algunos de los retos a los que se enfrenta actualmente la industria de la alimentación y bebidas.
Fuente: Econoticias