
Una empresa que fomenta el equilibrio entre el trabajo y la vida aumenta 21% la productividad; conoce los tres tipos de motivación laboral, la extrínseca, intrínseca y la trascendental.
“No estoy a gusto en la oficina”. Esta expresión es cada vez más común entre los empleados. A nivel mundial, un 56% de los trabajadores piensa en buscar otra oferta por insatisfacción en su actual empleo, de acuerdo con un análisis de la consultora Mercer realizado entre 30,000 personas en 17 países. La causa de esa ‘urgencia’ por cambiar de empresa se llama desmotivación.
Antes, hablar de incentivos laborales se reducía a favores especiales otorgados a unos ‘pocos elegidos’, como tener un escritorio más grande. Hoy, esas prácticas están obsoletas; motivar implica pensar en actividades que realmente impacten a los integrantes de una oficina, como propiciar mayor equilibrio entre trabajo y familia.
Cuando se logra ese balance, la productividad del empleado aumenta un 21% y el ausentismo se reduce un 20%, afirma Nuria Chinchilla, fundadora y directora del Centro Internacional Trabajo y Familia del IESE Business School. Si en el trabajo se tiene por director y jefe a una persona ‘controladora’, que mide el éxito por las horas en la oficina, esa empresa es del siglo pasado. La tendencia es apostar a un nuevo modelo, el de las ‘3F’: flexibilidad, familia y feminidad. Seguir Leyendo
A ti ¿cómo te motivan?
Fuente: CNN Expansión Por: Ivonne Vargas Hernández