
Los avances que nos proporcionan las nuevas tecnologías están presentes en diferentes facetas de nuestra rutina diaria: la educación, la comunicación o la producción industrial. Lamedicina es también un campo en el que las nuevas innovaciones tienen mucho que decir.
La utilización de las redes sociales virtuales o la presentación de gadgets novedosos pueden facilitar el cuidado de nuestra salud, para que podamos mantener un estilo de vida sano. Lasaplicaciones móviles también aportan beneficios en el ámbito de la medicina, facilitando una mejor relación entre los profesionales sanitarios y los pacientes.
Transformar un área tan “tradicional” a la vez que innovadora como la medicina no es tarea sencilla. Pero sin duda la irrupción de los dispositivos móviles ha marcado un punto de inflexión en el futuro de los sistemas sanitarios. Hoy existen miles de aplicaciones móviles que podemos utilizar a través de nuestros smartphones o tablets. Algunas de ellas permiten monitorizar algunas constantes vitales, facilitando su registro y envío a nuestro médico personal.
Según un estudio de Research2Guidance, en 2015 más de 500 millones de personas usarán aplicaciones médicas en sus teléfonos móviles. De estas apps, no sólo encontramos las que miden constantes vitales, sino que en las principales tiendas de aplicaciones, como Google Play o App Store, se distribuyen apps relacionadas con la gestión y control del bienestar y la alimentación o los atlas y las consultas médicas. También existen aplicaciones que nos recuerdan cuándo debemos tomar un determinado medicamento, o que nos ayudan a conocer factores externos que pueden afectar a nuestra salud (por ejemplo, los niveles de polen en pacientes asmáticos).
Este ‘boom’ en el desarrollo de aplicaciones, bien por parte de multinacionales farmacéuticas, bien por parte de desarrolladores externos, ha supuesto un desafío importante para las agencias reguladoras, como la norteamericana FDA o la europea EMEA.
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