Se publican a diario cientos de reportajes sobre dietas, alimentos saludables y rigurosos estudios nutricionales, pero muchas personas no se interesan por nada de esto y, aún así, se mantienen en su peso ideal. Ni que decir tiene que contar con información ayuda, pero el consejo que te dio tu vecina en la cola del supermercado no va a bastar para que pierdas los kilos que te sobran y sepas mantener una alimentación saludable. Para llevar una dieta adecuada, y mantenerla en el tiempo, no hace falta volverse loco: sólo es necesario seguir una serie de pautas básicas y sencillas y, sobre todo, tener una determinada actitud. La gente que está siempre en forma no suele obsesionarse con la alimentación, simplemente tienen unos hábitos de vida saludable que, sin demasiado esfuerzo, les permite mantenerse en su peso ideal. Y, aunque es cierto que lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra, la evidencia científica indica que los individuos que mantienen una figura saludable a lo largo del tiempo suelen compartir una serie de hábitos.
1. No perdonan el desayuno
Múltiples estudios científicos han demostrado que las personas que empiezan el día con un buen desayuno tienen un menor riesgo de padecer sobrepeso, pues tienen menos apetito a lo largo del día y no incurren en comidas copiosas.
Kirkpatrick asegura que lo ideal es elaborar un buen desayuno que incluyagrasas saludables, proteína magra y carbohidratos, lo suficientemente abundante para quitar el hambre de toda la mañana.
2. Comen cuando tienen hambre
Parece una obviedad pero lo cierto es que en muchas ocasiones comemos sin tener hambre, ya sea porque tenemos un compromiso social o porque nos aburrimos. Las personas delgadas ignoran las tentaciones que aparecen a lo largo del día –desde los donuts del trabajo a las palomitas del cine– si no tienen hambre. Y si algo no les apetece no se sienten obligados a comerlo.
3. No se saltan las comidas
Una de las claves de la alimentación saludable reside en la constancia. Las personas delgadas no cambian sus horarios de comidas, ni la cantidad de éstas. Según demostró un equipo de investigadores de la Cornell University, saltarnos una comida puede llevarnos a tomar decisiones poco saludables el resto del día, como acabar atiborrándonos por la noche de productos precocinados.
4. Comen más en casa
Comer fuera de casa hace que estemos menos atentos de las calorías que estamos ingiriendo y que, por norma general, acabemos zampando más de lo que debiéramos. Diversos estudios han demostrado que la gente que come más fuera de casa, o pide más comida a domicilio, tiene mayores tasas de sobrepeso que los que están acostumbrados a cocinar.
5. Toman más proteína vegetal que tú
Las personas que mantienen un peso saludable a lo largo del tiempo no comen demasiada carne y priman el consumo de frutas y verduras. Diversos estudios han confirmado que los vegetarianos tienden a tener menor grasa corporal, estrés oxidativo y colesterol. Pero no hace falta dejar de lado la carne, simplemente, comer algo menos y hacer que los vegetales sean la parte principal de la dieta. Deben estar presentes en la mayoría de comidas (incluido el desayuno), ya sea como plato principal o, al menos, como guarnición.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/