
¿Alguna vez has trabajado en un lugar donde pareciera que nadie se lleva bien, abundan los conflictos y cualquier cambio solo genera la molestia de tus colaboradores? Si esto describe el lugar donde trabajas, es momento de comenzar a preocuparse por el bienestar de sus colaboradores.
El poder del bienestar
Cuando nos encontramos saludables física y mentalmente disfrutamos de nuestro trabajo y empeñamos nuestro máximo esfuerzo en él, encontramos respuestas fácilmente a los problemas y tomamos decisiones más saludables en nuestras vidas, con el fin que el sentimiento de bienestar sea duradero.
Este bienestar nos hace más productivos y comprometidos con lo que hacemos, al sentirnos más capaces de nuestras habilidades y seguros de nuestras decisiones.
Sin embargo, al trabajar con compañeros que tienen actitudes negativas hacia su trabajo y otras demás personas, nuestro sentimiento de bienestar se ve afectado, tal vez no de primer instancia, pero conforme pasan los días y sentimos que nada cambia el clima laboral comienza a deteriorarse y, sin darnos cuenta, comenzamos a dejar de preocuparnos por lo que estamos haciendo.
¿Cómo se origina la apatía en el trabajo?
Lo único que se necesita para que tus colaboradores comiencen a actuar con apatía en tu empresa es un paciente cero, es decir, una persona que contagie a los demás de su indiferencia, haciendo que los demás pierdan interés en lo que hacen. Esto es peligroso para las empresas, puesto que el resultado de una fuerza laboral apática son bajos niveles de compromiso y productividad.
El origen de esta actitud muchas veces es resultado de jefes autoritarios que ocasionan que las personas sientan que no son escuchados o considerados, por lo que dejan de involucrarse en sus actividades.
Otra de las causas son los malos hábitos, como el dormir poco, no poder ejercitarse y una mala alimentación pueden hacer que las personas caigan en un estado de abandono. Además, cuando las personas sienten que su organización no se preocupa por su bienestar, comienzan a preguntarse “¿por qué debería preocuparme yo por mi empresa?”
Una empresa es tan poderosa como su fuerza laboral, si esta fuerza no está comprometida, se verá reflejado en un pobre desempeño, baja productividad y un servicio deficiente, que llevará a sus clientes a cambiar de proveedor.
Conoce en el blog de UHMASalud como prevenir la apatía