
VAR, prevención, juego limpio, tarjetas, incidentes, … ¿qué tienen en común?
Acabóel Mundial de Rusia 2018, primera gran competición en la que el VAR se aplica. Es el mundial de fútbol con menos tarjetas rojas de la historia. 4 en sus 64 partidos disputados, frente a las 10, 16 y 28 en los torneos predecesores.
El VAR nace con un objetivo claro, ayudar a corregir el error humano(¿el del árbitro o el de los jugadores?) y tratar de hacer la competición más justa, vistosa y limpia. Es decir, tomar decisiones acertadas en situaciones críticas para evitar que las decisiones no acertadas puedan alterar el resultado previsible de un partido.
Lo que me llama la atención de la aplicación del VAR no es si ha habido más o menos penaltis, o más o menos jugadas conflictivas sobre las que opinar.
Más allá de los resultados obvios, es significativo cómo se modificó el comportamiento de los futbolistas cuando se saben observados y juzgados de forma (cuasi) instantánea por comportamientos o acciones que pueden alterar el resultado del juego. Todo en contra de los intereses de su equipo (ver artículo de El País).
Jugadores que antes protagonizaban protestas continuas, fingían faltas o agresiones o no tenían una conducta muy deportiva en lances fuera del alcance de los ojos de los árbitros de campo, no son tan protagonistas en este sentido.
¿Acaso antes no estaban siendo observados? ¿No conocían las consecuencias de sus acciones? Claro que sí. Lo que creo que ha cambiado significativamente es la percepción del riesgo y las consecuencias. Decenas de cámaras apuntando a todas y cada una de las jugadas del partido, así como lo que sucede en banquillos y demás áreas de influencia.

¿Qué cambió entonces? Antes, si no te veían, las jugadas se sometían a juicio de tertulianos. Los jugadores aguantaban el chaparrón de críticas y/o burlas. Pero el resultado era inamovible. Ahora esas jugadas, esos comportamientos poco deportivos, se someten en tiempo real al juicio por parte de un árbitro tecnificado dispuesto a hacer justicia. Y si te pillan, las consecuencias pueden ser nefastas para tu equipo, y para ti. Un penalti, partidos de sanción, etc
Mi abuelo solía decirme que si quería ser honesto conmigo mismo y con los demás, debía actuar siempre cómo si me estuvieran observando. Aunque estuviera solo. Más tarde supe que esta cita un tal Thomas Jefferson la había hecho suya 😉
¿Dónde está el problema? ¿En el árbitro, el jugador o la tecnología?
El principio de Heisenberg dice, entre otras cosas, que observar es modificar. Es decir, que para poder analizar determinados sucesos, los sistemas de medición y análisis que tenemos pueden alterar la propia naturaleza del suceso.
Eres el responsable de una planta industrial o una obra. Te enteras que la semana siguiente va a visitar las instalaciones el presidente de tu empresa y que va a prestar especial atención a los temas de prevención de riesgos laborales. Una persona muy concienciada con las políticas de seguridad. Tú y tu equipo también, lo estáis, pero nadie quiere que le pillen en ningún renuncio tonto y rápidamente pones en marcha a tu equipo, ordenas, limpias, … ¿A cuántas personas van a “pillar” incumpliendo las normas de seguridad y salud? ¿Cuántos actos inseguros crees que van a encontrar? ¿Más o menos que cualquier otro día del mes anterior?
Pues algo así sucede con el VAR… y algo así podemos esperar si queremos actuar sobre comportamientos o mejorar el compromiso con la seguridad y salud en las organizaciones.
Hacer prevención de forma honesta, de forma sostenible, es conseguir que todos actuemos como si nadie nos viera. Actuar y tomar decisiones teniendo en cuenta los riesgos, los peligros y las consecuencias.
Sin el VAR, se estimaba que entre el 95 y 97% de las decisiones arbitrales eran correctas. Después del VAR, el porcentaje ascendió a un 99,3%.
VAR y prevención: Lecciones aprendidas
¿Y si aplicamos el VAR a la prevención de riesgos laborales?

Como prevencionista o como no prevencionista, ¿te gustaría contar con un VAR que te permitiera revisar todos los trabajos y tareas críticas?
Un sistema que incremente los controles a la hora de realizar trabajos y las consecuencias, nos permitirá mejorar las conductas y comportamientos preventivos (agresiones, simulaciones…) y por consiguiente lograr reducir los incidentes en nuestras organizaciones (tarjetas y penalties).
Si realizamos observaciones o inspecciones de seguridad, sin método ni rigurosidad, entrenaremos a las personas a superar los exámenes.
La tecnología ayuda si se utiliza adecuadamente y se comprende por parte de los actores que el fin último es mejorar la seguridad, salud y el bienestar de las personas, en particular, y las organizaciones en general. El VAR no pretende reducir el número de tarjetas per sé. Esa es la consecuencia. Pretende ayudar a que el juego tenga menos interrupciones, sea más limpio y ayudar a los árbitros en situaciones críticas.
En prevención, lo crítico (que no básico) no es aplicar las normas o no. Lo importante es que ante situaciones donde (aún) no llega la tecnología, actuemos con criterio ante situaciones de grises e interpretaciones no sujetas a norma, o a controles.
Hacer prevención de forma honesta, de forma sostenible, es conseguir que todos actuemos como si siempre nos estuvieran observando. Actuar y tomar decisiones teniendo en cuenta los riesgos, los peligros y las consecuencias, sobre uno mismo y sobre nuestros colaboradores.