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Prevencionar.com

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11 Comentarios

  1. 1

    aredhil

    En mi opinión, y yo sí hablo como médico del trabajo y conocedor tanto del sistema sanitario como de la propia especialidad, aquí se plantean una serie de supuestos a los que iré dando respuesta uno por uno.
    En primer lugar no entraré en el debate de qué hacer para aumentar los nuevos especialistas en Medicina del Trabajo, ya que esto me llevaría a un mensaje mucho más amplio de lo que es mi intención, aunque sí dejaré una pequeña perla: medicina del trabajo como asignatura obligatoria en las facultades de Medicina.
    En segundo lugar leo sorprendido una serie de argumentos planteando un traspaso progresivo de la determinación de la aptitud laboral hacia los médicos de familia, lo que supondría un descenso del gasto… (me sale una sonrisa ante tamaña barbaridad). Los médicos de familia tienen, en primer lugar, un déficit de personal y de tiempo asistencial que hace inviable esa actividad. Planteáis reforzar la plantilla de médicos de familia. ¿Por qué no se hace ese refuerzo en los especialistas en Medicina del Trabajo en el MIR?. En segundo lugar los médicos de familia no están formados para determinar la aptitud de los trabajadores, no tienen conocimientos sobre condiciones de trabajo, riesgos laborales, toxicología, etc que es materia obligatoria en la especialidad de Medicina del Trabajo. ¿Queremos que determine la aptitud laboral alguien que no tiene conocimientos específicos al respecto?. He tenido en mi vida profesional más de un encontronazo con un paciente por traer un “certificado” del médico de familia donde dice que puede hacer un trabajo que en realidad no podía hacer. Dejemos a los médicos de familia con los problemas que tiene (que son muchos) y las funciones que tienen (que son fundamentales en la sociedad y en la asistencia sanitaria) y no queramos meterles un gol obligándoles a hacerse cargo de otra cosa más.
    Por otro lado leo sorprendido que esto les supone un ahorro. Evidentemente a las empresas les supondría un ahorro si dejan de pagar la Vigilancia de la Salud pero ese coste va directamente al Sistema Sanitario Público y, por ende, a los impuestos de todos los ciudadanos. ¿O es que el personal, los medios y las pruebas que se realicen en el SPS son gratis?. Debería estar superado en el siglo XXI la mentalidad de que lo público no es de nadie. Lo público es de todos y lo pagamos entre todos.
    En tercer lugar, ante la opción “mucho más arriesgada e innovadora” de que valore la aptitud un médico no especialista o con otra especialidad ya ha sido respondida con respecto a los médicos de familia pero sí pregunto, ¿de dónde habéis sacado que el médico del trabajo no decide qué pruebas son necesarias para determinar la aptitud laboral, eso sí, complementariamente a los protocolos establecidos?. ¿Pensáis que los protocolos abarcan todo y son inmutables?, porque los protocolos actuales son muy pocos y no abarcan muchas de las decisiones que debemos tomar. Evidentemente es fundamental el papel de los enfermeros del trabajo (que también son especialidad, EIR en este caso) y la coordinación entre médico y enfermero es y debe seguir siendo la base de la Vigilancia de la Salud. También he vivido la situación en la que el propio trabajador tiene intereses subjetivos acerca de su aptitud (desde el que necesita trabajar y está dispuesto a sacrificar su salud para ello al que quiere una mejora de condiciones laborales argumentando unas limitaciones que en realidad no tiene). El trabajador siempre declara cuál es su estado de salud (es dato obligado en la historia clínica laboral el apartado “situación actual”) pero es la información objetiva que sale del personal sanitario la que define la aptitud (evidentemente teniendo en cuenta la declaración del trabajador, aunque no sea lo determinante).
    Y por último, llevando mi lectura al borde de la jocosidad, rematamos el artículo comentando la necesidad de la formación previa de los sanitarios para poder asumir estas funciones que corresponden a médicos y enfermeros del trabajo pero, ¿no es acaso la formación en Medicina del Trabajo y Enfermería del Trabajo la que nos habilita para hacer estas funciones?. ¿Queremos formar en Medicina del Trabajo a médicos del familia para que hagan las tareas de los médicos del trabajo?. Este argumento serviría para un monólogo del club de la comedia.
    Lo que necesita la Vigilancia de la Salud es que la Administración Pública se preocupe un poco de obligar a los SPA a cumplir los ratios y las funciones que están establecidos, que se cumpla el RD 843/2011 en el apartado donde dice “Una UBS es la formada por un médico del trabajo y un enfermero del trabajo” y no ponga a médicos sin formación a determinar aptitudes ni siquiera supervisados, a hacer 4000 reconocimientos al año montados en una furgoneta porque eso, aunque se cobre como si lo fuera, no es hacer Vigilancia de la Salud.
    Agradezco personalmente el interés en buscar soluciones y abrir debates al respecto pero sin conocimiento real de la situación no vamos a plantear los debates apropiados.

  2. 2

    rafatimer

    Es un punto de vista. O quizá varios. Pero en mi opinión los hay mejores.

    El error es de base, aunque comprensible. Pensar que la Vigilancia de la Salud es hacer reconocimientos médicos y en realidad ni eso; es dar aptitudes. Es un punto de vista tan limitado como incierto.

    Sabemos que muchas empresas, así como sindicatos, es lo que piden. Aptitud unos, y “echar las gomas” otros. Pero eso no ayuda en nada a la salud de los trabajadores. O al menos eso solo y mal hecho.

    Y que los médicos de familia, por completa que sea su formación, puedan saber de las patologías relacionadas con el trabajo, de biomecánica, toxicología, agentes físicos, es igualmente desconocer la formación de los médicos de familia.

    En mi opinión el futuro debe ir por redefinir la Vigilancia de la Salud de los trabajadores, con menos bata y palpación de tripas, y más vigilancia dirigida individualmente, a la vez que más epidemiología y estadística sobre daños a la salud. Y más relación con el resto de técnicos en prevención, sin duda.

    Si a eso sumamos mejorar de verdad el ambiente de trabajo, si convertimos el lugar de trabajo en un lugar que fomente la salud física y psíquica y menos cada vez en un castigo divino.

    Y los médicos y enfermeros del trabajo, conocedores de lo técnico pero también de lo sanitario, de la salud integral y no solamente de la distancia del teclado y su posición, debemos avanzar en definir ese papel.

    Yo soy consciente que nos falta mucho, pero la propuesta del artículo, en mi opinión, no ayuda a mejorar la salud ni la prevención de los trabajadores españoles.

  3. 3

    ricardo luque

    Buenas tardes, estoy algo desconcertado por la publicación de este artículo en es prevencionar, portal que cuenta con mi admiración por los excepcionales profesionales con los que colabora.
    Desde luego estoy absolutamente en desacuerdo con el tratamiento que se le da en el a la medicina del trabajo y a la vigilancia de la salud fruto del desconocimiento de una herramienta preventiva ÚNICA, fundamental para la protección de los trabajadores frente a los riesgos a los que están expuestos. Todo esto desde el máximo respeto a los autores que únicamente exponen su punto de vista, a los que, como a empresarios, compañeros y trabajadores quizás no hemos sabido transmitir las infinitas posibilidades que tiene la medicina del trabajo de transformar la información obtenida a través de la vigilancia de la salud en prevención de riesgos laborales.
    Desde mi punto de vista la propuesta debe ser fomentar la formación de mayor número de residentes, con la participación de los servicios de prevención y la realización en servicios de prevención ajenos de “actuaciones sanitarias” relacionadas con los riesgos, en muchos casos más barata y desde luego con un valor incalculable para la PRL en las empresas. Saludos

  4. 4

    ricardo luque

    Absolutamente de acuerdo Rafael. Bravo

  5. 5

    Irene Martínez

    Agradecidas por el interés suscitado por nuestras reflexiones, consideramos muy interesantes todas las aportaciones que estamos recibiendo y que, estamos seguras, son tremendamente útiles para el objetivo que debemos plantearnos de mejorar el sistema de Vigilancia de la Salud.
    Nos interesa poner en valor la información que no llega a las UBS y que sí tiene el médico de familia, entendiendo la aptitud laboral como un concepto más amplio.
    Claro que conocemos que se trata de una especialidad muy compleja y entendemos que, la formación adicional que consideramos absolutamente imprescindible recibieran los nuevos médicos de familia, debería ir en el diseño del propio MIR incluyendo un periodo de formación específica además de la asignatura obligatoria durante los estudios universitarios (esta idea nos parece fantástica).
    Por otro lado, sobre la sobrecarga, pensamos que la ratio de 1500 pacientes por médico con horizonte de idoneidad de 1300 (en atención primaria) es inferior a los 2000 trabajadores por UBS actuales – en todo caso toda reducción de estas ratios mejorará la salud colectiva, en esto creo que estaremos todos de acuerdo. Además, a esos trabajadores ya los ve su médico de cabecera, los conocen.
    Sobre el coste para las arcas públicas: nosotras sí plantemos que la financiación debe ser con cargo a las empresas, claro. Además con cargo a cuotas para que sea más sencillo y eficaz aunque siempre habrá cargos adicionales por documentos emitidos y por pruebas complementarias (exactamente igual que en el sistema actual).

  6. 6

    pepa castillejo

    Coincidimos Doctor Timmermans: La VS no es hacer reconocimientos médicos ni dar aptitudes, (¿recuerdan el “apto provisional”?).
    VS es efectuar analíticas para detectar el cáncer de cólon en trabajadores con alto grado de sedentarismo. O preocuparse por efectuar mamografías, porque la población laboral femenina envejece y más vale prevenir. Cierto es que en este último caso no se trata de una enfermedad laboral, pero una enferma de cáncer es más costosa a la empresa y al sistema sanitario público. Alguna empresa del sector automoción se ha tomado esto de la VS tan en serio que efectúa estas últimas pruebas que menciono en su propia clínica, convencida de lo importante que es invertir en salud.

    Sin embargo, la mercantilización del sistema actual nos lleva a lo que nos lleva.

    Y también coincidimos en que no se debe hacer recaer toda la carga de la salud laboral en la decisión del médico de cabecera, no es experto, por supuesto. Lo mismo que no son reumatólogos, ni traumatólogos, ni nefrólogos, por ejemplo, pero sí están cualificados para derivar al especialista oportuno cuando la situación lo requiere. Y el especialista oportuno, en este caso, es el médico del trabajo que entendemos que no debe estar pasando el día “picando” cuestionarios en el ERP de la empresa de turno, sino estudiando casos de auténticas patologías derivadas del trabajo y, como bien dices, analizando estadísticas sobre daños a la salud, que son las que sirven para diseñar programas preventivos.

  7. 7

    aredhil

    Quisiera añadir algunas cosas ante los comentarios nuevamente realizados por las autoras y manifestando mi acuerdo con los compañeros sobre qué es la Vigilancia de la Salud.
    En primer lugar manifestáis que queréis poner en valor el conocimiento que tiene el médico de familia de los trabajadores. Sin embargo me temo que este planteamiento es totalmente falso en menores de 50 años sanos, ya que los médicos del trabajo somos los únicos que atienden sistemáticamente a esta población (podéis comprobar como en todos los planes de prevención cardiológica se quejan de la imposibilidad de controlar a la población de 18 a 45 años, precisamente por no contar con los médicos del trabajo). Te puedo asegurar que yo veo muchísimo más a mis pacientes menores de 50 años que sus médicos de familia, por lo que tengo mucha más información clínica de los pacientes que ellos. Sí creo y defiendo que haya una historia clínica única del paciente para todos los servicios médicos que le atiendan de forma que el médico de familia pueda consultar la historia de prevención y a la inversa, unificando toda la información de un mismo paciente, lo que nos haría muchísimo más eficaces.
    Sí estoy de acuerdo en que los ratios deberían ser aún más bajos, pero no confundamos los ratios de los médicos de familia que atienden a un importante número de población crónica a la que deben revisar muchas veces con la población trabajadora sana. Mi médico de familia tiene una cita cada 2-3 minutos y yo una cada 15. ¿Quién puede ejercer su labor con más eficacia?.

    No soy radicalmente contrario a que la financiación de la prevención sea con cargo a cuotas de la SS, aunque no debemos olvidar a día de hoy que una buena prevención con baja siniestralidad conlleva bonificaciones en las cuotas a la SS por lo que se amortizaría el coste de la prevención total o parcialmente, sin olvidar el coste que tiene el absentismo laboral que también disminuye enormemente con una buena prevención de riesgos laborales.

    Tampoco estoy de acuerdo en que la Vigilancia de la Salud deba consistir en un médico de familia que detecta cosas para derivar al médico del trabajo si procede, ni que el trabajo de un médico del trabajo deba consistir únicamente en detectar y tratar enfermedades laborales. El médico del trabajo es el primer eslabón de la salud pública en la población trabajadora por acceso a la misma y para eso está la promoción de la salud que no tiene que ser necesariamente de patología laboral. Además se olvida que, aunque no sea la única tarea del médico del trabajo, la determinación de la aptitud laboral y la adaptación del trabajo al trabajador es fundamental para proteger la salud de los trabajadores y es algo que no se puede hacer sin dedicarle a ello el tiempo y las pruebas necesarias.

    Lamentablemente cuando hablamos de mercantilización de la prevención de riesgos laborales en realidad estamos hablando de la denigración de la prevención de riesgos laborales derivadas del trato que muchos SPAs han hecho al mercado, cobrando precios baratos a no hacer absolutamente nada o simplemente sacando documentación tipo de un programa. Eso ha generado en la sociedad la sensación de que la prevención es un impuesto revolucionario que no vale para nada. Igualmente muchos SPAs venden la vigilancia de la salud como el reconocimiento, a precios que sólo son rentables cuando se hacen 3500 o 4000 reconocimientos médicos por UBS, con condiciones de trabajo penosas (véase unidades móviles), y por personal sin cualificar (médicos y enfermeros sin especialidad ni experiencia) y eso ha provocado en la sociedad la misma sensación de que esto es un trámite que en realidad no vale para nada.

    Llevo 11 años como médico del trabajo (más la residencia) y me siguen diciendo muchos pacientes tras el reconocimiento frases como “qué completo” o “esto sí es un reconocimiento y no lo que me han hecho anteriormente”. Es una pena que esto esté en la calle (además de ilegal) pero derivar a los médicos de familia tampoco va a mejorar esto, sólo provocarles mayor sobrecarga, lo que no va a solucionar el problema sino a agravarlo.

    ¿Y qué solución podemos proponer para que haya renovación de los médicos del trabajo?. En primer lugar perseguir el intrusismo por parte de las administraciones públicas. Si los SPAs no pueden contratar médicos que no sean del trabajo para hacer reconocimientos se preocuparán de colaborar en la formación de los mismos y en ofrecer a los profesionales condiciones dignas de trabajo. En segundo lugar sancionar a los SPAs que incumplan los ratios de trabajo y que no lleven a cabo los trabajos que van más allá de los reconocimientos (que la ITSS sabe perfectamente el número de reconocimientos que se hacen y quién los hace). En tercer lugar poner de manifiesto la importancia de la Medicina del Trabajo sacando a la luz las enfermedades profesionales (

  8. 8

    aredhil

    (que están infradiagnosticadas como tales en un 70 ó 75% si no recuerdo mal).

    En resumen, si se cumplen las leyes como están establecidas y se deja trabajar a los médicos del trabajo el problema desaparecerá, si insistimos en poner parches lo que hacemos es formar médicos del trabajo que se marchan a Francia donde cobran mucho más y pueden ejercer su profesión con dignidad.

  9. 9

    ajgd

    Buenas tardes. No salgo de mi asombro tras leer el artículo. Soy Médico del Trabajo desde hace 17 años, ejerciendo como tal, tanto en MATEPSS, MCSS, como en SPAs, como en SPP y SPPM, entre otros sitios. Siempre con las mejores de mis intenciones, como ustedes aluden en su artículo, manifestaré que:

    1. Estoy completamente de acuerdo con todo lo que mis compañeros de Especialidad han redactado en los comentarios previos al mío.

    2. Toda opinión es respetable, como no podría ser de otra manera en el conjunto de una sociedad cívica, pero no por ello compartida. Y las opiniones que ustedes vierten en su artículo, se alejan de la realidad social de lo que es la Medicina del Trabajo.

    3. Permítanme que, dada la situación de ilegalidad de muchos SPAs en España, sobretodo en cuanto a incumplimiento de ratios y especialistas en Medicina del Trabajo contratados, de unas breves pinceladas de cual sería mi propuesta de “Aproximación a una reorganización de los SPAs, y todo su “séquito”, en España”. Básicamente opino, igual que ustedes lo han hecho, que los SPAs y todas las consultorías y compañías que obran dentro del “microuniverso” creado por los mismos, deberían ser administrados/as por carpinteros, por ejemplo, o electricistas. De esa manera optimizaríamos mucho más los recursos, podrían ocuparse de gerenciar el SPA o la consultoría de PRL asociada a él y si, por algún motivo, hubiera que llevar a cabo una reforma en el inmueble del SPA, ellos mismos podrían realizarlo. Lo digo por igualar el símil que ustedes proponen de que sea otro especialista el que se ocupe de las labores de la Medicina del Trabajo. Para concluir, y para no hacerme más pesado, me parece una banalización el afirmar que “la aptitud laboral es lo que solicita la sociedad, no nos engañemos”… lo que pide la sociedad, hoy en día, viene generado por la oferta de servicios: creas un servicio, creas una necesidad… y estos servicios no han sido creados por los Médicos Especialistas en Medicina del Trabajo, sino por los SPAs, entrando en una guerra de precios menospreciando la calidad del servicio que, no olvidemos, es SALUD, y por compañías que se suben al carro de la obtención de pingües beneficios aprovechándose de lo que “es legal”, por ejemplo; Exyge Consultores. Para acabar, me parece muy poco profesional por parte de Prevencionar.com haber subido este artículo sin haberlo revisado antes, porque quiero pensar que no lo han revisado. Ah bueno, y una última cosa, también con el máximo respeto. ¿Por qué no vamos cediendo también poco a poco competencias de los Neurocirujanos a los Médicos del Trabajo, ya que en ese colectivo también hay déficit de especialistas?… o dejemos que los nefrólogos también asuman competencias de los Cirujanos Cardiovasculares, que también son pocos… En fin, son sólo ideas, propuestas diversas y no necesariamente conectadas entre sí. Son pistas que dejo en el camino por si a alguien sirven de ayuda, basadas en mi experiencia, en mis conversaciones con profesionales del sector, electricistas, carpinteros y colectivo médico, en mi intuición y con las mejores intenciones.

  10. 10

    pepa castillejo

    En respuesta a aredhil.

    Lo cierto es que queremos poner en valor el conocimiento que tiene el médico de familia de la salud de las personas, porque la salud es una, otra cosa son las causas del deterioro de la misma y la gestión que de ellas hacemos en nuestro país. El control que mencionas por parte de los médicos del trabajo no invalida nuestro argumento, puesto que puede efectuarse de la misma manera por parte de la sanidad pública. ¿Acaso los profesionales de atención primaria no realizan actuaciones preventivas en población sana?
    Cuestionas los ratios de atención médica y coincidimos contigo plenamente, pero ¿acaso no sería más efectivo que dichos ratios mejoraran para todas las actuaciones sanitarias, correctivas y preventivas, personales y laborales? ¿No redundaría en beneficio de todos los usuarios y profesionales del sistema de salud?
    El médico de cabecera es el primer eslabón de la salud pública en la población, trabajadora o no y la promoción de la salud puede efectuarse igualmente desde la esfera pública tanto como desde la privada. ¿No es más coherente que el especialista se dedique a la adaptación del trabajo al trabajador o a planificar la prevención de la salud de la población laboral? ¿No es esta la auténtica VS? ¿No contribuye a reivindicar la dignidad del propio médico del trabajo, obligado a trabajar en las condiciones que tú mismo describes como consecuencia de la perversión del modelo actual?
    Nuestra propuesta no se resume únicamente en derivar a los médicos de familia, implica reforzar el sistema de atención primaria, algo que incluso puede redundar de manera positiva en la atención al conjunto de la sociedad. ¿Queremos evitar el intrusismo? ¿Queremos evitar la mala praxis? Perfecto, efectuemos la VS a través del sistema público de salud y otorguemos a los médicos del trabajo la independencia y los medios que necesitan para efectuar su labor y abordemos la situación actual de falta presente y futura (a muy corto plazo) de especialistas.

  11. 11

    femag

    Esto es un artículo impresentable, que se descalifica desde la primera línea, estableciendo la premisa de que se van a permitir opinar sobre el desempeño profesional de una actividad sanitaria desde una “perspectiva operacional”, es decir, poniéndose por encima de la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarías, toda la normativa de competencias profesionales, y por supuesto de la praxis médica de la especialidad.
    Lo primero que deberían saber es que hay miles de especialistas que no han querido trabajar en los SPA o abandonaron su ejercicio profesional en ellos, por las presiones profesionales a las que se ven sometidos y las pésimas condiciones laborales que ofrecen, llegando incluso a la obligación de tener que actuar como conductores de unidades móviles que son bastante mas grandes que una ambulancia. Impensable en cualquier otro ámbito sanitario, y además ilegal.
    Lo que hay que hacer es:
    Dejar a los profesionales ejercer su actividad sanitaria con independencia, ética y profesionalidad.
    Ofrecer unas condiciones laborales dignas, como mínimo asimilables a las de los profesionales del SPS, pues si no, será mas atractivo trabajar en éste y no querrán optar por los SPA.
    Cuando se den estas dos premisas. Luchar por la divulgación y conocimiento de la especialidad en las facultades y aumento de plazas de MIR. Conociendo la especialidad y haciendo atractivo su ejercicio profesional, será escogida por mas profesionales. ¿Cómo quieren que esa atractiva con la situación a la que la han avocado?
    Si no se cumplen las condiciones anteriores, no vale la “ingeniería operacional”. Demostraría el fracaso absoluto del sistema actual y la única solución sería retornar esa actividad sanitaria al sistema público, con cargo a cuotas y que todo el personal sanitario de los SPA se integre en las Mutuas para volver a desarrollar su actividad profesional con garantía. A las empresas les costaría lo mismo o menos y los recursos que se llevan los mercenarios por su tarea de intermediación, se podría emplear en realizar las pruebas o exploraciones a los trabajadores en función de los riesgos de su puesto de trabajo, que actualmente no se hacen en los SPA porque “cuestan dinero” y el objetivo es inundar de “papeles” a las empresas y trabajadores para que parezca que se hace algo y justificar su costo.
    Esta solución sí que redundaría en una mejora de la atención a los trabajadores y un importante ahorro de costes al Sistema de SS, pues se podrían detectar antes las EEPP, las necesidades preventivas de los trabajadores, utilizar los otros recursos sanitarios las Mutuas para la prevención de la salud de los trabajadores, reducir el costo de prestaciones por REL de trabajadoras a las que se certifica el riesgo por principio de precaución ante la falta de pruebas objetivas, etc.

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