
La tecnología es tanto responsable de nuevos riesgos en el mundo laboral como de nuevas soluciones para evitar los accidentes. Os ofrecemos dos ejemplos en Madrid y Hamburgo. El actual desafío es detectar en los grandes complejos industriales o transporte de mercancías errores estructurales, que suelen ser invisibles para el ojo humano, pero, ¿cómo ver lo invisible?
En Madrid un grupo de investigadores intentar detectar milimétricos defectos en el modelo de una tobera: un crucial y sensible componente en un reactor nuclear. La tobera ayuda a controlar el flujo de agua que enfría al reactor. Según el coordinador del proyecto: “Imagínense que este es el interior del reactor nuclear. Es en esta zona es donde tenemos que inspeccionar el módulo. La soldadura posee numerosos defectos y ninguno de ellos se puede captar con la vista o han quedado enterrados dentro del volumen del material”.
Mientras tant oen Hamburgo, Alemania, investigadores de otro Proyecto de la Unión Europea hacen frente a un problema diferente: ver defectos invisibles en los componentes clave de un barco, construido en este astillero. Según Uwe Ewert, ingeniero de radiología en el BAM: “Aquí se puede ver al llamado ‘finstabilizer’, que es una gran aleta para estabilizar grandes barcos y minimizar sus movimientos en alta mar para que el viaje sea más confortable”.
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Imagen CC Por slushey