
El formaldehído es un gas incoloro, inflamable a temperatura ambiente. Tiene un olor penetrante característico y en niveles altos puede producir una sensación de ardor en los ojos, la nariz y los pulmones. Se puede utilizar en diferentes diluciones y como parte de otras sustancias.
Recibe diferentes nombres, pero lo más importante es que es necesario un control a su exposición, sobre todo en el ámbito laboral, donde los niveles de exposición son significativamente más importantes y elevados.
Es uno de los compuestos orgánicos más sencillos e importantes de la industria química, siendo utilizado en la producción de diversas sustancias, desde medicamentos hasta una gran cantidad de resinas poliméricas (p. ej. la resina de melanina-formaldehído utilizada en la fabricación de tableros de aglomerado para fijar la capa externa de papel), pasando por la baquelita (plástico sintético con propiedades tales como ser aislante eléctrico, resistente al agua y a los solventes, siendo además moldeable en la producción y resistente una vez producido) y en otros muchos sectores y actividades diarias.
Pero el formaldehído no sólo es usado en ciertos ámbitos industriales, sino que es muy utilizado en el propio ámbito sanitario, especialmente en algunos servicios, entre los que cabe destacar los de anatomía patológica, entre otros, en los que se utiliza bajo una dilución acuosa conocida como “formol” o “formalina” dadas sus excelentes propiedades de fijación de tejidos. El formaldehido y el metanol son dos de las sustancias más presentes en estos servicios.
El formaldehído se utiliza igualmente como conservante en la formulación de algunos cosméticos y productos de higiene personal como champús, cremas para baño y sales para la higiene íntima femenina. Su uso en la formulación de productos cosméticos utilizados en el sector de la peluquería y salones de belleza ha supuesto destacadas afectaciones a trabajadores y, en menor medida, a clientes pero su uso en estos productos se ha ido reduciendo considerablemente e incluso se ha restringido ya en algunos países debido al alto riesgo para la salud de quien trabaja con ellos habitualmente. (Leer más)