Reflexionando sobre las horas que a lo largo de nuestra vida pasaremos en el trabajo, vemos que entre un tercio y un cuarto de nuestro tiempo ejerceremos nuestra profesión, en muchos casos más horas de las que emplearemos en reponer fuerzas durmiendo. Con este dato nos podemos hacer una idea de la influencia que el ambiente de trabajo tendrá en nuestro bienestar personal.
Si tomamos como referencia la pirámide de Maslow para analizar los factores que influyen en la satisfacción de las personas, vemos que la prioridad es tener un empleo que nos reporte ingresos con los que cubrir nuestras necesidades más elementales; posteriormente trataremos de conseguir estabilidad y, una vez alcanzados estos objetivos intentaremos cubrir nuestra necesidad de afiliación, reconocimiento, orgullo de pertenencia, mejorando todo lo posible nuestras relaciones laborales.