
Cartel de una campaña contra el suicidio en el metro de Tokio
Un tribunal japones ha condenado a Mazda a indemnizar con 63 millones de yenes (560.000 euros) a los padres de un empleado que se suicidó tras entrar en una depresión por exceso de trabajo. El juez entiende que Mazda debería velado por la salud de su empleado, que no recibió apoyo de sus superiores cuando tuvo que ampliar la jornada laboral por problemas en los negocios con los clientes. Según la sentencia, el empleado entró en depresión en noviembre de 2006 y acabó suicidándose en abril de 2007, a los 25 años de edad, tras acumular un sinfín de horas extra en su jornada laboral. Según el juez la empresa actuó con negligencia al no velar por la salud física y mental de su trabajador: “El trabajo que estaba haciendo inmediatamente antes del suicidio era excesivo, tanto desde el punto de vista de la calidad como de la cantidad, por lo que el suicidio es atribuible al trabajo”.
Mas info: ElPais.com
Imagen CC Por antjeverena