
El art. 30.6 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales obliga al empresario que no hubiere concertado el Servicio de prevención con una entidad especializada ajena a la empresa deberá someter su sistema de prevención al control de una auditoría o evaluación externa.
El Capítulo V del Reglamento de los Servicios de Prevención define el objetivo y contenido de dicha auditoría como un instrumento de gestión que persigue reflejar la imagen fiel del sistema de prevención de riesgos laborales de la empresa, valorando su eficacia y detectando las deficiencias que puedan dar lugar a incumplimientos de la normativa vigente para permitir la adopción de decisiones dirigidas a su perfeccionamiento y mejora.
Cabe recordar los siguientes aspectos:
No es una inspección
La auditoria analiza el funcionamiento del sistema, por lo que dicho análisis no puede ser realizado de forma puntual, no se busca el cumplimiento o incumplimiento en un determinado momento, sino que se busca la eficacia del sistema a lo largo de un período de tiempo.
Es sistemática
Los resultados de una auditoría, no se basan en el azar, son debidos a un análisis minucioso, ordenado y planificado, que permiten un grado de fiabilidad muy elevado.
Hay que destacar que uno de los aspectos que más definen la calidad y cualidad de un auditor, es la metodología que utiliza en la realización de la auditoría, siendo, por tanto, un claro “elemento diferenciador” entre empresas auditoras.
Es independiente
Es muy difícil que alguien involucrado en el cumplimiento de la totalidad o parte del sistema, se pueda evaluar a sí mismo de forma objetivo, de ahí la importancia del factor de independencia e imparcialidad del auditor.
Analiza resultados
La auditoría no es un simple examen de cómo se llevan a cabo las actividades preventivas, analiza los resultados, para la posterior toma de decisiones.
Es objetiva
El resultado de la auditoría se basa en las denominadas “evidencias objetivas”. A través de éstas el auditor avala sus conclusiones, no pudiendo basarlas, en ningún caso, en apreciaciones subjetivas, suposiciones, etc. Y siendo necesario, por tanto, realizar las verificaciones de los procesos, que avalaran la información o datos contenidos en los registros y documentos.
Es periódica
Los sistemas de gestión se implantan en las organizaciones ante determinadas necesidades. Sin embargo los cambios en los objetivos, en la organización, en los procesos, en las personas, etc., generan nuevas necesidades que hacen que los sistemas implantados dejen de ser eficaces, y deban por tanto mantenerse actualizados y vivos.
De igual manera, los sistemas, aún no existiendo cambios, pueden degradarse o perder su efectividad como consecuencia de la confianza que la empresa tiene en el buen funcionamiento de los mismos.
Las auditorías, al ser periódicas, tienden a impedir ese desajuste entre el sistema y la realidad.
No busca culpables
La auditoría busca, a través del análisis del pasado, soluciones para el futuro. En ella se analizan los fallos del sistema, no de las personas que los cometieron, ya que, si éstos existieron fue porque el sistema se lo permitió o no funcionó adecuadamente.
La Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) ha elaborado una guía práctica para superar con éxito la auditoría de prevención de riesgos laborales, que pues descargar en el siguiente link: