
Fundamentar sobre bases científicas la actividad profesional en salud laboral es, según diversos autores, la mejor forma de contrarrestar los condicionantes externos, que comprometen la buena práctica de los prevencionistas, y de promover la profesionalidad, la responsabilidad y la eficiencia, mejorando a un tiempo la calidad e independencia.
En el marco de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo, y desde el convencimiento del papel fundamental de los prevencionistas en la calidad de la gestión preventiva en la empresa así como del rendimiento de la prevención bien hecha, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) ha venido impulsando una acción específica de definición de criterios de buena práctica profesional.
Por encargo del INSHT, distintos grupos de investigación han llevado a cabo revisiones bibliográficas en relación con la gestión integrada, la evaluación de riesgos, la formación a trabajadores y la información y comunicación. Dichas revisiones se han plasmado en sendos informes, recopilados en un documento de síntesis, todos ellos disponibles en la web del INSHT.
En estas investigaciones se ha tomado como referencia para definir el concepto de buena práctica en prevención la de considerar como tal toda forma innovadora de actuación profesional capaz de aportar mejoras relevantes, en términos de efectividad o de pertinencia, y que es susceptible de ser transferida a un ámbito general. La efectividad se refiere a la optimización de resultados, tanto en términos de salud (resultados finales) como de exposición (resultados inmediatos) o de mejora del desempeño (resultados intermedios), mientras que la pertinencia puede entenderse como un juicio de racionalidad entre los procedimientos y fines de una determinada actividad, en orden a favorecer una gestión preventiva integrada con la máxima implicación de las partes.
A partir de las revisiones bibliográficas citadas, se ha elaborado una primera propuesta de recomendaciones de buena práctica que, tras haber sido contrastada con un grupo de expertos, está siendo sometida a la opinión de los profesionales que voluntariamente se presten a cumplimentar un cuestionario de valoración personal. Te animamos a hacerlo.
La intención es disponer finalmente de un Código de Buenas Prácticas, sólidamente fundamentado y con el más amplio apoyo posible, como punto de referencia para mejorar la calidad de la actividad profesional.
