
Si ya de por si el trabajo infantil es una lacra de la sociedad, cuando este trabajo además es causa de lesiones para el menor esta situacion reviste especial gravedad.
Asi, podemos leer en eltribuno.info que un niño argentino de 12 años sufrió un gravísimo accidente mientas manipulaba una máquina de amasar en el interior de una panadería de San Antonio de los Cobres, propiedad de un maestro de la localidad que además era el maestro del accidentado, donde el niño se encontraba trabajando desde hacía ya tres meses.
El niño se encuentra internado, aquejado de múltiples fracturas en uno de sus miembros superiores y ha sido sometido a una intervención quirúrgica para intentar salvarle la mano.
La madre del niño no denunció el accidente porque “ya arreglé con el patrón” y la Policia señala que no intervino por dos razones: “No hay denuncia y porque al ser entrevistado el profesor y panadero, este les dijo: “Ya arreglé con la madre’”.
Las leyes laborales argentinas declaran como viciado de nulidad cualquier consentimiento para trabajar que otorguen los padres o tutores a los niños menores de 14 años.