
¿Se ha planteado alguna vez que la actitud de su superior puede repercutir en su salud? Pues intente rodearse de buenos profesionales porque pueden alargarle (y acortarle) la vida
Una vez el consejero delegado de DKV Seguros, Josep Santacreu, dio una conferencia que tituló: ¿Es más importante tener un buen médico o un buen jefe? Su conclusión fue que la mayoría se decanta por lo segundo. Una teoría que cada vez defienden más expertos y que justifica cifras como la de un estudio realizado por el Instituto Finlandés de Salud Laboral. Según su informe, las personas bajo la supervisión de un buen jefe tienen un 27% menos de riesgo de enfermar.
¿Se ha planteado alguna vez el impacto que la actitud de su superior puede tener en su esperanza de vida? “Un buen jefe es un determinante de salud más que disminuye tus riesgos de padecer ciertas enfermedades”, afirma Antonio Hernández, especialista en Medicina del trabajo. “Cuando estás mal emocionalmente eso se refleja en tu cuerpo”, continúa.
Para Diego Vicente, experto en liderazgo de IE Business School, el estrés y la ansiedad que provoca un mal jefe pueden derivar en un ritmo cardiaco descompensado, trastornos del sueño, problemas gástricos… “Además es malo para la propia empresa porque sólo cuando uno está relajado dedica su energía al trabajo y no a agentes externos”. Seguir Leyendo
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Fuente: Expansión