Documento 2: inventario y descripción de los medios y medidas de autoprotección.
Todos los medios deben estar correctamente dimensionados en aras a prevenir y controlar las situaciones de riesgo que se haya identificado y evaluado en el primer documento. En caso contrario se deberán tener en cuenta las modificaciones y mejoras en el documento 4 de implantación como se ha mencionado en la primera entrega de este artículo además de potenciar aquellas medidas organizativas que minimicen los puntos débiles.
Hemos de tener plenamente en cuenta uno de los principales hándicaps desde el punto de vista de la evacuación: el estado de salud de los usuarios y la poca movilidad y autonomía que presentan en su gran mayoría. Esto ya define la estrategia del confinamiento o de la evacuación horizontal de los residentes como la más factible y segura frente a la posible evacuación general del edificio que seria la opción mayoritariamente escogida para otras actividades como pueden ser la de los centros comerciales. Para ello, deben existir diferentes zonas de confinamiento seguras, en muchos casos coincidentes con la sectorización del centro. Las buenas condiciones de compartimentación no sólo se han de dar en las puertas y paredes sino que también han de estar presentes por encima de los falsos techos, por donde pasan las canalizaciones de aire condicionado, electricidad y agua.
En este documento se debe concretar los medios de autoprotección mínimos acordes a su clasificación. En concreto estos medios están definidos en el anexo III del Decret 82/2010: dispositivos de vigilancia, medios sanitarios y medios de prevención, extinción de incendios y salvamento.
Los sistemas internos de aviso son fundamentales para ganar velocidad y tiempo de reacción. Deben ser fiables, previniendo el posible fallo de la comunicación telefónica o la falta de cobertura de la señal de telefonía móvil. Por ello deben considerarse otros de más fiables como el uso de equipos de radiofrecuencia (walkie-talkie) entre los equipos de emergencias (apartado 2.1.7).
En el apartado “2.2 Medios Humanos disponibles” es importante esquematizar la organización de los equipos de emergencia internos de acuerdo a la ocupación y a los turnos de la actividad. La estructura más débil se presenta en el turno de noche además de los días festivos, fines de semana y en periodos de vacaciones. En estos casos las pautas de actuación deben concentrarse en los conceptos de la protección de las personas y del aviso a los medios externos de emergencias. Este apartado se debe desarrollar en el documento nº3.
El punto “2.3 Medidas correctoras del riesgo y de autoprotección” se debe describir los procedimientos de trabajo para controlar riesgos de especial problemática o peligrosidad. Un ejemplo de estos procedimientos pueden ser los que regulan los permisos de trabajo especiales (por ejemplo los que hagan referencia a procesos de soldadura, trabajos de mantenimiento en altura, en espacios confinados) o los que ordenen la coordinación de trabajos que se presenten durante las obras de ampliación o de remodelación, actividades que conviven con la principal y donde se presentan diferentes empresas trabajando en un mismo espacio y tiempo.
Documento 3: Manual de actuación.
Se ha de tener presente que esta parte desarrolla de forma clara y para cada una de las situaciones de emergencia concretadas en el documento 1 cuáles son las acciones que deben realizarse y como se coordinan con los planes de protección civil de ámbito superior para preservar la seguridad del personal sanitario, pacientes y visitantes. Todo ello teniendo en cuenta los criterios de activación de cada fase de la alarma mencionada anteriormente.
Sus objetivos son:
Establecer las responsabilidades de los mandos internos durante la emergencia.
Definir las consignas de actuación específicas para cada equipo. El comportamiento del personal usuario o pacientes del centro es clave. Debemos establecer consignas entre los miembros de los equipos de alarma y evacuación para mantener la calma y controlar las situaciones caóticas.
Establecer los mecanismos de coordinación con los servicios externos. En este punto se hace referencia de nuevo a tener en cuenta el punto de encuentro y puntos de reunión. Quién es el responsable de recibir a estos servicios y quien controla el acceso o el flujo de entradas y salidas del edificio mientras se produce la emergencia. Facilitar la identificación visual mediante chalecos reflectantes ayudará a saber quien forma parte de estos equipos y quienes son sus mandos.
Además de llamar al número de las emergencias 112 se debe contactar a continuación con el CECAT (Centro de Coordinación Operativa de Catalunya) o al CRA (Centro Receptor de Alarmas del municipio) según el ámbito del PAU corresponda al de tipo A, B o C. El 112 nos hará llegar los servicios externos necesarios y el CECAT establecerá la coordinación con los planes de ámbito superior.
En la próxima entrega se explicará el documento 4 y las conclusiones.
Carles Brugada i Subirós es Ingeniero en Organización Industrial y Técnico acreditado para la redacción de Planes de Autoprotección. Actualmente colabora, asesora y participa en la redacción de Planes de Autoprotección para BalAg-Asesores® y coordina-tutoriza programas de capacitación de Técnicos acreditados en la redacción de Planes de Autoprotección para la UCF. Ha creado y dirigido Departamentos de Prevención, Calidad y Medio Ambiente de empresas multinacionales .
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