
La Fundación Mapfre ha elaborado un estudio en el que analiza en detalle la evolución del equipamiento de seguridad en distintos segmentos de vehículos para conocer su situación actual y concienciar de su importancia en la seguridad vial y la prevención de lesiones. Destaca que es necesario mejorar la información al consumidor, pues actualmente hay más de 400 siglas referidas a estos equipamientos.

La mejora y el incremento de los sistemas de seguridad de los vehículos se sitúan entre los principales factores que explican que España haya reducido el número de víctimas en accidentes de tráfico un 65 por ciento en los últimos 10 años, alcanzando así una de las tasas de fallecidos por millón de habitantes más bajas de Europa, según el informe de la Fundación Mapfre «Evolución de los sistemas de seguridad entre 2007 y 2012. Análisis de la evolución del equipamiento de seguridad de serie en turismos».
El estudio analiza los elementos de seguridad de serie en los modelos más vendidos en nuestro mercado durante los últimos 6 años, y estudia de modo individual el equipamiento de un total de 20 sistemas de seguridad instalados de serie en 16 segmentos. Así cubre casi el 90 por ciento de los vehículos matriculados.
Básicos
Del informe se desprende que algunos de los elementos básicos de seguridad, como los airbags frontales, el antibloqueo de frenos ABS o el control electrónico de estabilidad ESP, entre otros, están presentes de forma masiva en los vehículos. Ello responde a la normativa vigente en la Unión Europea (UE), pero también al esfuerzo de los fabricantes que continúan desarrollando tecnologías que ofrecen a costes cada vez menores.
También subraya que otros sistemas de gran potencial para evitar lesiones y accidentes, como la alerta de colisión con frenado automático, tienen aún una presencia testimonial. De ahí que insista en que los nuevos sistemas sean imprescindibles para alcanzar los objetivos de reducción del 50 por ciento de víctimas mortales planteados en Europa y España de cara a 2020.
El informe también destaca que la demanda de los consumidores, que empiezan a percibir la seguridad vial como una responsabilidad propia, influye de forma directa en que los fabricantes de vehículos incorporen ciertos elementos, como la sujeción para sillas de seguridad infantiles Isofix o la activación de las luces (intermitentes) de emergencia o warning. Junto a estos, la distribución electrónica de frenada, de serie desde hace tiempo en casi todos los segmentos.
Estándar similar
Por lo general, los vehículos más pequeños y económicos son los que cuentan con menor número de dispositivos de seguridad. El trabajo también analiza si existen diferencias de seguridad entre modelos idénticos pero dirigidos a diferentes mercados, y concluye que el comprador nacional se encuentra en circunstancias parecidas a las de sus vecinos del Reino Unido, Alemania o Francia pues, en general, los estándares son similares en todos los países analizados.
Como dato a valorar recogido por el informe, en 2012 se repararon más de 52.000 vehículos cuyos sistemas básicos de seguridad pasiva se habían activado en accidentes de circulación. El importe de estas reparaciones ascendió a 318 millones de euros.
La Fundación Mapfre recomienda al adquirir un vehículo solicitar información precisa sobre las ventajas y limitaciones de los dispositivos de seguridad, activa y pasiva, así como de los elementos de asistencia a la conducción (control de velocidad, alarma de colisión, aviso de cambio involuntario de carril…)
También que esta clase de información tiene que hacerse comprensible para los compradores, por ejemplo simplificando la infinidad de nombres y siglas (más de 400 en la actualidad) y resumiendo los equipamientos de cada vehículo a la venta.