
Empiezo el año 2014 con algunas reflexiones. El terminar un año e iniciar otro generalmente nos mueve a hacer reflexiones sobre el balance del año que termina, las cosas positivas que logramos, lo que hicimos mal, lo que dejamos de hacer, los amores mal escogidos, los que dejamos ir, en fin, termina el año y empezamos a hacer una serie de listados con los propósitos del nuevo año que comienza creyendo que como arte de magia con las 12 uvas nuestros deseos se materializaran y lo malo se ira con el correr de las agujas de reloj.
Y de verdad !que mejor ocasión para hacer propósitos de cambios de vida¡ Ahora bien, ¿cómo pasar del propósito a la acción?, y no decaer cuando el 3 de enero nos damos cuenta que tenemos las mismas angustias, tristezas, problemas por resolver y decisiones por tomar. ! Aprovechemos estos momentos que nos mueven para hacer verdaderos cambios positivos en nuestra vida!
Algunas recomendaciones para llevar a cabo los propósitos de año nuevo:
1. Verifica que estos sean realistas y alcanzables. Ser realista pero optimista (con un pensamiento positivo) nos puede asegurar un mayor éxito. Por ejemplo, si uno de nuestro propósito es mejorar nuestro aspecto físico porque tenemos algunos kilos de más, puede ser realista pensar “este mes inicio un plan de alimentación sana y de ejercicio” pero no “este mes rebajaré todos los kilos de más”. El ponernos metas muy altas o difícilmente alcanzables nos hará llenarnos de frustraciones innecesarias.
2. Que dependan de ti. Cuando hacemos planes de cambio debemos asegurarnos que estos cambios dependen únicamente de nosotros y no asumir que otras personas tienen responsabilidad sobre nuestros cambios y nuestra felicidad. Si decidiéramos empezar una rutina de ejercicio y un plan de alimentación sana, debemos tener la certeza que es nuestra decisión y voluntad hacerlo, no podemos luego achacar nuestro fracaso a que mi marido, los hijos o el trabajo no me dejaron hacerlo: “es que yo quiero comer sano pero a mi marido le gustan las fritangas”. Peor aún es asumir que otros tienen el poder de hacernos felices: “quiero mejorar mi relación pero solo depende de que mi novio quiera hacer los cambios” “Con la única persona que puedo ser feliz es con él”.
3. Plantea para cada propósito un plan de acción. De nada sirve tener un propósito de cambio si una vez que terminan las fiestas no te dedicas a estableces un plan de acción definido que cumpla con los criterios anteriores, y no me refiero a un tratado o proyecto escrito, simplemente a que mentalmente te organices para alcanzar tu propósito, aunque bien ayuda que puedas escribir algunas ideas o completar un cronograma. Si el propósito como mencioné antes es “mejorar mi aspecto físico” puedes ayudarte buscando información sobre cómo empezar una rutina de ejercicio para no abandonarla o leyendo sobre alimentación sana. Apóyate en tu familia o amigos. En lo personal me ayudó mucho el apoyo de una amiga que me motivó a iniciar mi rutina de ejercicio poco a poco. Igualmente adquirí algunos libros sobre alimentación sana para no envejecer (si !ese mismo era mi propósito¡). Tener información adecuada nos puede motivar y ayudar a alcanzar nuestras metas.
4. Establece tiempos para la acción. “Quiero buscar un nuevo trabajo pero no sé cuándo hacerlo”. Si estas decidida o decidido a hacer cambios importantes en tu vida como buscar un nuevo empleo, mudarte, terminar una relación, etc., es de mucha utilidad que definas fechas topes para hacerlo. No postergues. Las decisiones que no se toman son las que más nos pesan y nos causan estrés y todas sus consecuencias negativas.
5. Se flexible. Por último, si queremos hacer cambios en nuestra vida podemos ser lo suficientemente flexibles para aceptar que podemos decaer en nuestro intentos de cambio, eso sí, debemos retomar nuestro propósito inmediatamente!!!. Es decir, el plan debe ser mantenernos en nuestro propósito, pero un paso atrás no significa un fracaso.
Sigue intentándolo y revisa si debes cambiar algunas estrategias.
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