
El peso que ha adquirido la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) dentro del sector empresarial español es cada vez mayor. De acuerdo con un informe elaborado por la Asociación Española para la Calidad (AEC), la relevancia de la RSC no deja de aumentar y sus ámbitos organizativos van ganando peso.
Actualmente, las empresas tienen el conocimiento, el poder y los recursos económicos suficientes para solventar muchos de los problemas sociales, medioambientales y económicos existentes, asegura el director de Operaciones y Responsabilidad Corporativa de la AEC, Ángel Ibisate. De este modo, la RSC puede contribuir a “cambiar el mundo a través de las empresas”. En el estudio ‘Benchmarking RSC 2013’ de la AEC, participaron 28 empresas que se agruparon en cinco macrosectores: Energía y Petróleo, Infraestructuras y Servicios, Finanzas y Seguros, Tecnología y Comunicaciones, y Consumo y Turismo.
El objetivo principal fue establecer cómo la gran empresa estaba desarrollando su gestión y su despliegue de la RSC. Para ello, se pasó un cuestionario con unas 35 preguntas para tratar de conocer cómo desde un punto de vista organizativo, estratégico, táctico y de gestión estaban trabajando las compañías y poder crear un modelo general. No hay que olvidar, afirma Ibisate, que “la responsabilidad corporativa es otra palanca de diferenciación de las empresas en su sector”.
De entre los aspectos más valorados por las empresas, la extensión de las prácticas de RSC a la cadena de suministro, la salud y seguridad y el desarrollo de capital humano, son los que más importancia consiguen. Mientras que la biodiversidad, el voluntariado corporativo o la gestión del agua ocupan los últimos puestos. Al extrapolar estos datos por sectores, se observa que la extensión de las prácticas de RSC es uno de los aspectos más valorados en las cinco áreas, con especial énfasis en los sectores de Energía y Petróleo, Infraestructuras y Servicios y Consumo y Turismo. En el ámbito de la Tecnología y las Comunicaciones, resaltan la gestión de los grupos de interés externos y el desarrollo de capital humano y, por otro lado, en Finanzas y Seguros cobra protagonismo el gobierno corporativo. En esta línea, un 7 por ciento de las compañías consideran que el grado de influencia de la RSC en sus estrategias es muy alto y un 43 por ciento que es alto. Además, un 68 por ciento prevén una evolución mayor en unos tres años.
De media, los aspectos más importantes en la gestión operativa de RSC son la salud y la seguridad, la eficiencia energética y el código de conducta, frente a los peor valorados que son, de nuevo, el voluntariado corporativo, la gestión del agua y la biodiversidad. Resalta el aspecto de salud y seguridad que adquiere una valoración de 9,1 y 8,8 en los sectores de Energía y Petróleo e Infraestructura y Servicios respectivamente.
“La RSC trata de hacer una empresa más completa”, por lo que el elenco de grupos de interés se ha extendido a analistas financieros, medios de comunicación y ONG, entre otros, indica el director.
Lo que se busca, concluye, es una empresa “más holística”, sustentada en una reputación y unos intangibles que la conviertan en líder, “que sea muy buena” y que tenga “buena presencia y buen posicionamiento” y, además, “que los accionistas estén contentos”.