
Aunque la rutina diaria con las lentes de contacto parezca ser la adecuada, los expertos señalan que existen prácticas comunes entre los usuarios de lentillas que pueden dañar la salud de los ojos. Para evitar estos posibles trastornosestos son algunas recomendaciones sobre lo que lo que se debe y no se debe hacer para un uso seguro de las lentes de contacto:
- No dormir con las lentillas. A pesar de que los fabricantes dicen sobre las lentillas que son seguras para dormir, casi todos los estudios sobre infecciones asociadas a las lentes de contacto han mostrado un fuerte vínculo entre el riesgo de infección y dormir con las lentillas.
- Realizar un examen anual de los ojos. La adaptación de las lentes puede cambiar a lo largo de la vida y una revisión anual puede determinar si se necesitan realizar ajustes.
- Establecer una relación con un optometrista y conservarla. Cuando se va de óptica en óptica en base a las ofertas económicas se pierde la necesaria continuidad en el cuidado para seguir la salud ocular con el paso del tiempo. Si se producen problemas, es mejor visitar a un optometrista o a un oftalmólogo en vez de unas urgencias.
- No utilizar las lentillas pasado el tiempo recomendado. Si tus lentes están diseñadas para ser reemplazadas cada dos semanas, debes reemplazarlas al menos con esa frecuencia.
- Limpiar las lentillas y su contenedor de forma adecuada. Nunca se debe limpiar las lentillas con agua del grifo o con la boca. El agua del grifo no es estéril y podría contener organismos que causan varias infecciones graves. Las lentes de contacto deberían limpiarse con una solución comercial específica y siguiendo las instrucciones proporcionadas por el fabricante. Limpiar y secar su caja cada día y rellenarla con nueva solución en vez de rellenar la solución del día anterior.
- No ignorar los signos de advertencia de infección. En caso de dolor, enrojecimiento, visión borrosa o sensibilidad a la luz, tus ojos podrían tener un problema que requiriera atención médica. Si alguno de estos síntomas persiste durante más de 24 horas, se recomienda ver lo antes posible a un optometrista o a un oftalmólogo. Si los síntomas son graves, con independencia de la duración, la persona debería ser vista inmediatamente.
Fuente 20minutos
Imagen CC Helga Birna Jónasdóttir