
La Agencia de Salud Pública de Barcelona, organismo dependiente de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona, advierte, en un informe fechado el pasado 4 de mayo y entregado a la Diputación de Barcelona, de que un buen número de funcionarios y técnicos del organismo supramunicipal denuncia prácticas de mobbing en su departamento. El informe, titulado Riesgos laborales en la Dirección de Relaciones Internacionales, recoge decenas de declaraciones de los técnicos afectados, que denuncian que el origen de los problemas laborales tiene que ver con las quejas técnicas por las supuestas irregularidades cometidas en el reparto de fondos de la cooperación al desarrollo.
El informe recoge numerosas declaraciones de los técnicos denunciando malas prácticas en el reparto de los fondos de cooperación al desarrollo y achacando el deterioro de la situación al desembarco en Relaciones Internacionales de Castells Masanés, que habría instaurado un ambiente de “miedo y represión”, con “amenazas y represalias constantes” a los técnicos que planteaban dudas, incluso si estas afectaban al procedimiento o al respeto a la legalidad. Varios trabajadores insisten por escrito que, en caso de que los técnicos mantuvieran las reservas, la respuesta de la dirección solía ser “vaciar de contenido” las tareas de los técnicos funcionarios de cooperación encargados de supervisar los proyectos..
En muchos casos, el origen de la tensión, subrayan los trabajadores en el informe de la Agencia de Salud Pública, es consecuencia de “la presión por aceptar procedimientos incorrectos e incluso ilegales”: “Hay un clima de miedo y coacción para que se acepten y se apoyen con informes técnicos decisiones de la dirección que desde el punto de vista técnico no tienen suficiente solidez o cumplen con la normativa vigente”, apunta un trabajador. Y otro: “Te llama al despacho y te suelta frases como ‘No me pongas problemas con esto, que tiene que salir sí o sí; esto se tiene que hacer así y punto”.