
Con este tercer artículo completamos nuestra visión de las características que deben “adornar” a un Auditor en materia de sistemas de gestión de prevención de riesgos laborales.
Recordemos, como hilo conductor, que considerábamos las características del auditor en este campo como transversales y las dividimos en tres bloques:
- Formación recibida y conocimientos técnicos
- Experiencia acumulada
- Personalidad
También decíamos que si relacionamos los dos últimos puntos, habrá características personales que, disponiendo de ellas, se hayan desarrollado en función de la experiencia profesional o bien, hayamos adquirido ciertas técnicas que nos permitan un desempeño adecuado aunque nuestras características personales no sean las más adecuadas.
En estas líneas abordaremos aspectos como la capacidad de mediación y la sensibilidad social, la empatía o la capacidad de análisis y síntesis.
Si decimos que la prevención de riesgos laborales tiene un elevado componente social, seguro que estamos de acuerdo en ello.
Este aspecto no debe de ser olvidado nunca por el Auditor SGPRL. La Ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales se promulga para proteger la salud del personal de las empresas y, por ende, disminuir las consecuencias que la siniestralidad laboral tiene para la sociedad en su conjunto, tanto a nivel social como económico.
Por difícil que pueda ser el entorno, que suele serlo, el Auditor tiene que disponer de una alta sensibilidad social que le haga no olvidar el objetivo –citado en el párrafo anterior- de toda persona implicada en la aplicación de la prevención de riesgos laborales, sea técnico en un servicio de prevención propio, técnico en un servicio de prevención ajeno, trabajador designado, delegado de prevención, inspector de trabajo y seguridad social, auditor, etc.
Por otro lado, recordemos que en el proceso de Auditoría SGPRL se ha de tener en cuenta la opinión de los trabajadores a través de sus representantes legales. En nuestra opinión, se debe mantener el contacto con los Delegados de Prevención y, después, con trabajadores no implicados directamente en la gestión de la actividad preventiva.
Al tener que contrastar opiniones, y aunque las entrevistas se deben hacer de modo individual, hay ocasiones en las que el Auditor SGPRL se ve implicado en conflictos derivados de las distintas visiones de la aplicación de la PRL que se pueden tener en función del cometido que las personas tengan en la empresa (directivos, mandos intermedios, trabajadores de base, delegados de prevención, etc); conflictos en los que, en ocasiones, no está la PRL en su fondo sino que existen algunos aspectos de la gestión de las relaciones laborales en la empresa.
La experiencia, la capacidad de gestión, el conocimiento del funcionamiento de las empresas, el propio de la PRL, la sensibilidad social y la capacidad de mediación, le harán convertir ciertos momentos de controversia en oportunidades de solucionar problemas, incluso de hacer ver que no hay problemas en donde las personas los ven.
Abordando la empatía, podemos comenzar diciendo que, desde luego, hay algo muy importante en la tarea de Auditor SGPRL: Es imprescindible recabar información.
Si partimos de este aspecto, podemos enfocar la Auditoría desde dos puntos de vista:
- Recabar información a través de evidencias documentales y limitarnos a sacar conclusiones sobre la base de lo que existe y lo que no.
- Recabar información a través de entrevistas con distinto personal de la empresa auditada.
Nuestra opinión es que, en materia de sistemas de gestión en prevención de riesgos laborales, hay que realizar ambas cosas.
De las opiniones y experiencias de distinto personal podremos interpretar el estado de la documentación en PRL y de la aplicación de la misma a la empresa. De este modo, se aportará un importante valor al proceso de Auditoría SGPRL y la empresa auditada podrá obtener importantes beneficios en su labor de gestión tras el trabajo auditor efectuado.
Por lo anterior, resulta importante saber “conectar” adecuadamente con las personas que se entrevisten pues, de lo contrario, la información que se reciba puede no ser del todo veraz u obtener respuestas “correctas” o con el sesgo de lo “que se espera oir”.
El auditor SGPRL debe disponer de capacidades que le hagan una persona confiable a la que no se tema y ser capaz de crear un clima agradable y distendido que asegure, en la medida de lo posible, obtener una información veraz que, a la postre, aportará valor al Informe de Auditoría SGPRL.
Es decir, se deben realizar estas entrevistas con la máxima empatía posible (según la RAE empatía es la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro).
Para finalizar con esta importante característica podemos añadir que la situación “empática” se compondrá de valores que el auditor tendrá dentro de su personalidad innata y otras son entrenables o desarrollables mediante la adquisición y entrenamiento técnico.
Una de las características básicas de un proceso de Auditoría, independientemente del campo, es la escasez de tiempo para constatar y fundamentar opiniones y juicios profesionales. Por tanto, resulta evidente que la capacidad de análisis y síntesis se revela como un aspecto de capital importancia.
Si definimos previamente qué se puede entender por análisis, podríamos decir que es el método o proceso consistente en dividir cada una de las dificultades que encontramos en tantas partes como se pueda, hasta llegar a los elementos más simples.
La capacidad de análisis está relacionada con todo aquello que nos permite extraer conclusiones y previsiones para el futuro, como resultado de relacionar datos recogidos del presente y extrapolarlos con los del pasado.
La síntesis es la construcción de una cosa nueva a partir de distintos elementos. Esta construcción se puede realizar uniendo las partes, fusionándolas u organizándolas de diversas maneras.
La competencia de analizar y sintetizar requerirá:
- El establecimiento de un objetivo para el que aplicar la capacidad.
- Poseer un conocimiento básico que permita destacar las características más relevantes.
- Detectar las propiedades de las partes y las relaciones entre ellas.
- Componer las partes de un modo diferente al original, así como decidir sobre cómo hacer la descomposición o la composición.
- Tener en cuenta la propia secuencia que se analiza o sintetiza.
Si aplicamos lo anterior al trabajo auditor en materia de prevención y nos ponemos en la situación de este profesional, posiblemente podríamos estar de acuerdo en:
- El objetivo del auditor es detectar cómo funciona un SGPRL y su ajuste a la normativa, a los procedimientos de uso en la empresa y del modo más sencillo posible. Luego el objetivo estaría claro.
- El conocimiento básico, refiriéndonos a los conocimientos técnicos en Gestión de PRL, ha de suponérsele al auditor. Desde luego, sin ello, no deberíamos seguir hablando…
- Ahora bien, detectar cada una de las partes que componen la aplicación de la PRL y ver de modo nítido las relaciones entre sí, puede no ser tan sencillo. Y resulta algo básico si partimos de que la PRL ha de estar integrada plenamente en la actividad de la empresa, todo estará relacionado teniendo en cuenta el carácter transversal de la PRL dentro de la empresa.
- Y si ya pretendemos aportar a la empresa alguna mejora, no solamente deberemos entender relaciones e interrelaciones, sino que deberemos dar un paso más allá, sintetizar lo importante e imaginar otro modo de funcionamiento que optimice lo existente, posiblemente teniendo en cuenta todos los departamentos de la empresa auditada dada la transversalidad de la PRL.
Por tanto, el auditor deberá tener una alta capacidad de análisis y síntesis, además de conocimientos y experiencia, pues -por otro lado y como hemos dicho- el tiempo que tiene para auditar suele ser bastante limitado.