
Canadá, uno de los mayores productores de amianto o asbesto del mundo, ha anunciado que prohibirá en 2018 tanto la producción como el uso de esta peligrosa sustancia reconocida por la OMS, cuya exposición puede resultar cancerígena.
El gobierno canadiense anunció el 15 de diciembre que prohibirá el amianto e importación de productos que lo contengan en 2018. Con ello, siguen la recomendación de la Organización mundial de la Salud (OMS), si bien con un retraso importante, ya que ésta lleva advirtiendo sobre el riesgo que supone este producto desde hace tres décadas.
La medida obedece al cumplimiento de una promesa electoral realizada en la campaña de 2015 por el presidente del Gobierno, Justin Trudeau. Una medida, por otra parte, largamente esperada tanto a nivel nacional como internacional.
El gobierno legislará para que se prohíba la producción, uso, importación o exportación de amianto. En concreto, se hará hincapié en la protección de los principales perjudicados mediante nuevas medidas de protección para los trabajadores.
Pero no todo es de color de rosa. Las medidas que se prevé tomar deja abierta la posibilidad de revalorizar residuos de amianto mediante la extracción de magnesio en las ciudades cercanas a las minas antiguas, ya abandonadas.
A nivel internacional también se espera avanzar al respecto. Hasta el punto de tener pensado variar su postura en el Convenio de Rotterdam, el tratado que rige el comercio internacional de mercancías peligrosas.
Fuente: ecologíaverde