
Dr. José Manuel VICENTE PARDO – DIRECTOR DE LA CÁTEDRA INTERNACIONAL DE MEDICINA EVALUADORA Y PERICIAL de la UCAM – PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN PROFESIONAL DE MÉDICOS EVALUADORES DE LA SEGURIDAD SOCIAL
En la actualidad conocemos sobre la incapacidad permanente el gasto pero no por qué procesos ni qué a trabajadores afecta y en cuanto a la incapacidad temporal, “las bajas médicas”, conocemos el gasto global, su duración global, su incidencia y su prevalencia global, pero no por qué tipo de procesos, ni dentro de estos a qué tipo de trabajadores afecta.
Es decir conocemos lo que cuesta, lo que dura, el absentismo que representan las bajas pero no exactamente por qué ni a qué trabajadores, y en la incapacidad permanente (mal denominada invalidez) lo mismo, conocemos gasto, distribución por grados de incapacidad, pensionistas de incapacidad, pero no ni qué procesos la causan ni a qué tipo de trabajadores incapacita.
Las prestaciones por incapacidad forman parte de un “seguro social público” que cubre el riesgo de pérdida de la salud (pérdida de las capacidades funcionales del trabajador por enfermedad o accidente), derivado de las consecuencias negativas que tiene esta pérdida en el desempeño normal de la actividad laboral y la obtención de ingresos por el trabajo desarrollado.
Conllevan la evaluación médica de las limitaciones funcionales u orgánicas, es decir las capacidades funcionales restantes (valorando capacidades perdidas y capacidades que mantiene) y el resultado de su relación con el trabajo (capacidades requeridas o que precisa el mismo).
Siendo por tanto pérdidas de salud laboral necesitan de una valoración médico laboral, y en su análisis requieren un seguimiento de los diversos factores presentes en el enfermar y en los accidentes y el resultado de sus consecuencias limitantes, necesitan del análisis de su impacto sanitario epidemiológico, asistencial, vigilante de la salud, preventivo y reparador.
Siendo un seguro de protección social frente a la pérdida de haberes por la incapacidad para desarrollar el trabajo necesitan del análisis de su impacto sanitario, laboral, económico y social.
Conocer la multicausalidad de la incapacidad en nuestro país es razón obligada para poner en marcha este proyecto del Mapa de la Incapacidad en España1.
Se hace imprescindible y de tremenda utilidad, dado que no existe ningún registro a ese nivel, y la importancia de llegar a crearlo para el análisis y distribución de gastos o recursos públicos destinados al efecto.
La realidad económica o economicista de la incapacidad no lo es todo, pues tan importante como conocer el número y el gasto de las pensiones o prestaciones por incapacidad temporal es conocer porque se producen.
La realidad “social” o la “visibilidad” de la incapacidad en los medios de comunicación no lo es todo, si nos fijamos en titulares de prensa veremos cómo se menciona sólo el gasto en pensiones de incapacidad, o si las bajas suponen tal cuantía de absentismo o si el gasto y las bajas suben o bajan en relación con la economía (la incapacidad es un fenómeno anticíclico, respecto de la crisis económica o de la economía, pues hay más bajas cuando hay bonanza económica, y no sólo por el aumento de la población trabajadora, y disminuyen las bajas en época de crisis), pero no pareciera preocupar qué procesos son los más incapacitantes, ni qué trabajadores los sufren.
VALORACIÓN PREVENTIVA DE LA INCAPACIDAD Y EL TRABAJO.
Debe de entenderse que las consecuencias e implicaciones de las decisiones en materia de incapacidad van más allá de lo meramente prestacional o pago por pensiones de incapacidad o por “bajas” y que se extienden al ámbito preventivo laboral, pues cuando se considera que un trabajador está de alta médica de una baja (incapacidad temporal) que ha requerido, no en vano estamos considerando se encuentra “capacitado para el trabajo al que debe retornar” y cuando se considera que un trabajador no está afecto de una incapacidad permanente lo hacemos estimando que está capacitado para “su trabajo” (bien es cierto que aquí entra la valoración no del trabajo o tarea concreta que realiza sino la de su grupo profesional o profesión u oficio) para extenderse a la valoración preventiva laboral.
La INCAPACIDAD COMO INDICADOR DE SALUD PÚBLICA Y SALUD LABORAL.
La incapacidad (el no retorno al trabajo permanente o temporal) es un indicador de resultado sanitario (el regreso al trabajo es la mejor medida de los resultados de la atención sanitaria), es un indicador de gestión sanitaria (respecto a desviaciones derivadas de lista de espera o dificultades de acceso a pruebas diagnósticas o tratamientos), es un indicador de salud pública (nos mide el enfermar o el deterioro de la salud hasta el extremo de lo incapacitante), y en cuanto a la relación de la incapacidad con el trabajo es un claro indicador de salud laboral, por no referirnos a que es un claro indicador de calidad de vida (estar incapacitado es obvio que conlleva una mala calidad de vida, que afecta en lo personal y en el entorno inmediato del trabajador incapacitado)
EL MAPA DE INCAPACIDAD. LA CARTOGRAFÍA DE LA INCAPACIDAD
Disponer de un mapa de la incapacidad es disponer de la cartografía de la incapacidad, conocer la población de riesgo, poder actuar preventivamente y conocer la distribución de recursos para una correcta gestión.
La incapacidad es multifactorial en sus causas y en sus consecuencias y para gestionar adecuadamente la incapacidad no puede ser de otra manera que mediante el análisis de cuantos datos, variables y factores intervienen en su aparición
- ¿Por qué necesitamos un mapa de la incapacidad?:
- Porque necesitamos saber las causas que llevan a la incapacidad laboral para poder prevenirlas.
- Para conocer sus consecuencias limitantes para el trabajo, para conocer la repercusión sanitaria, prestacional, y económico-social
- Para planificar estrategias interdepartamentales para la mejor distribución de los recursos públicos destinados a la incapacidad laboral.
- ¿Gestión de la incapacidad con qué finalidad?:
- Procurando la mayor y mejor protección, prevención, y promoción de la salud laboral (salud pública).
- El mapa permite el análisis epidemiológico de la incapacidad y es una herramienta de gestión socio sanitaria. Nos permite conocer la salud laboral que forma parte de la salud pública, y ayuda a la toma de decisiones en todos los ámbitos de la gestión implicados.
Si conocemos el impacto incapacitante de la pérdida de salud en la población trabajadora se procederá a una mejor gestión y adecuación de recursos atencionales, promocionales, preventivos, reintegradores, y prestacionales en torno a la incapacidad temporal y permanente.
Hoy por hoy no disponemos de este mapa de incapacidad, sabemos su coste pero no sus causas.
La incapacidad es una prestación económica pero derivada de una situación de pérdida de salud respecto del trabajo
¿QUÉ DATOS debe contener el MAPA DE INCAPACIDAD?:
Datos del proceso incapacitante, días de incapacidad temporal por proceso, limitaciones funcionales, grados de incapacidad permanente por procesos, incapacidad por grupo etario, por sexo, por tareas del trabajador, por sectores de actividad, por situación laboral, por distribución geográfica, por entorno personal y social.
¿POR QUÉ el MAPA DE INCAPACIDAD?:
Porque
- No se puede hablar de prevención sin conocer qué debemos de prevenir.
- No se puede proteger sin saber aquello que necesita protección.
- No se puede hablar de calidad de gestión sin registro de datos.
- No se puede poner remedio a las causas de la incapacidad, sin conocerlas
- No se puede promover la salud laboral sin conocer su impacto incapacitante
¿PARA QUÉ el MAPA DE INCAPACIDAD?:
- El mapa de incapacidad laboral conlleva trabajar en medicina evaluadora desde la evidencia científica y nos acercaría a la valoración clínico laboral de la incapacidad laboral.
- Algo más cercano a proceso clínico, prevención, tratamiento, vigilancia, recuperación de la salud, que conceptos “economicistas” o prestacio
- El mapa de incapacidad nos conduce a la valoración de la salud laboral y es una herramienta en prevención
- Mapa que nos sirva para saber por dónde ir, hacia dónde ir, como ir.
El mapa contiene múltiples datos relacionados con la situación de la incapacidad. El MAPA estará confeccionado sobre una BASE DE DATOS QUE PERMITAN CONOCER el fenómeno de la incapacidad sus causas, a qué población afecta, los factores predisponentes, y sus cambios a loa largo del tiempo.
Conocer es saber no creer, y para saber hay que disponer de datos. Hasta ahora CONOCEMOS LOS NÚMEROS, EL CUÁNTO, NO EL PORQUÉ DE LAS SITUACIONES DE INCAPACIDAD. NO SE SABE QUÉ ENFERMEDADES O LESIONES CAUSAN LA INCAPACIDAD (IT o IP) pues los datos contenidos en diferentes archivos y modelos de texto no permiten su explotación
El mapa es Archivo de conocimiento sobre una BASE DE DATOS IDÓNEA. Necesitamos de información precisa útil en la incapacidad para una buena gestión. ÚTIL que responda a un fin, a una demanda, que cubra una necesidad, que sea accesible, extraíble, explotable. Datos que aporten información plural, que permitan un análisis, interpretación, síntesis, reflexión,
El mapa permitirá adaptarse a los cambios, anticiparse a los problemas, y gestionar con conocimiento
Es preciso disponer de instrumentos, de canales y de archivos correctos PARA CONOCER. CONOCER para TRABAJAR en CALIDAD. Para IDENTIFICAR para poder ofrecer TRASPARENCIA en la gestión para OPTIMIZARLA, para ORGANIZAR y DISTRIBUIR RECURSOS, para aplicar y TOMAR DECISIONES
La INCAPACIDAD es MULTIFACTORIAL en sus causas y en sus consecuencias EXIGE DE MÚLTIPLES RECURSOS en protegerla, en prevenirla en repararla
Pero de todos los FACTORES uno ES ESENCIAL a su definición LA PÉRDIDA DE CAPACIDADES laborales POR PÉRDIDA DE SALUD del trabajador.
En la CAUSALIDAD DE LA INCAPACIDAD debieran de PRIMAR DSIPONER de FACTORES DE SALUD y de su CONSECUENCIA NO SÓLO DISPONER de FACTORES ECONÓMICOS pues los hay SANITARIOS, LABORALES Y SOCIALES.
El COSTE ES IMPORTANTE, PERO NO LO ES TODO, aunque es el todo de los datos que disponemos.
NO CONOCER PORQUÉ SE INCAPACITA es tener un concepto dador que NO GESTOR DE LA INCAPACIDAD, Y DE LAS POLÍTICAS DE SALUD Y PROTECCIÓN SOCIAL, UN CONCEPTO ECONOMICISTA SIMPLISTA QUE NO EPIDEMIOLÓGICO.
La epidemiología es la herramienta para la gestión social del conocimiento, “un trazador con sentido” en la construcción de políticas públicas en salud y protección social.
En el momento actual podemos conocer los factores de “gasto” de la incapacidad en materia de Seguridad Social, es decir datos económicos sobre lo que cuesta la incapacidad temporal y permanente, pero en incapacidades ligadas a la imprescindible valoración médico laboral, desconocemos las causas contenidas en esta evaluación. Es decir conocemos datos sobre el número de pensionistas, su coste, incluso su distribución por grados de incapacidad, geográficamente, edad y por sexo
Pero como podemos ver esto no supone más que conocer una parte del fenómeno no relacionando con otros datos o factores implicados también en la incapacidad.
Conocer nuestra población “incapacitada (por enfermedad)” es fundamental para cualquier análisis sobre impacto y necesidades de protección social, para contrastarla con la población activa, la población en formación o inactiva previa a la edad laboral, y la población inactiva jubilada.
Para analizar la población con situaciones de pérdida de salud, que determinan la necesidad de protección de social, por estar incapacitados, bien porque tienen reconocida una incapacidad contributiva o no contributiva, se necesita un conocimiento de los casos y sus causas.
Se precisa conocer el “riesgo asegurador”, su coste de previsión y los recursos de “recuperación y reparación” del daño sobrevenido, así como la prevención del mismo y datos para evaluar de forma completa la sostenibilidad del sistema.
La población española sufre un descenso del índice de natalidad, una población activa (edad de “laboralidad”) en caída, como consecuencia de la crisis, que ya ha supuesto el paso al paro de un contingente numeroso y desgraciadamente algunos de difícil retorno al mundo del trabajo (mayores de 50) y otros de difícil acceso a su primer empleo (menores de 30).
La población activa tenderá a ser proporcionalmente más vieja, en los próximos años, y con ello una población más proclive para contraer enfermedades o situaciones de incapacidad y mayor gasto de recursos sanitarios, sociales, y económicos.
La población inactiva por superar la edad laboral tiende a alcanzar una vida más longeva pero a partir de los 80 a con un estado de salud precario y un elevado consumo de recursos y de apoyo institucional y familiar, la perspectiva de la dependencia es pronósticamente peor cuando se parte de la incapacidad en la etapa activa laboral.
Estamos en una situación de crisis económica, que aún superada en su momento, tendrá un impacto en el futuro cercano.
Pirámide de población 2013 Instituto Nacional de Estadística
Dejando la situación poblacional laboral activa atrás, su situación incapacitante laboral añadida precisa de un mayor conocimiento para una mejor evaluación de las políticas de protección social y las de salud pública.
Lo cierto es que hasta ahora la seguridad social no dispone de procediendo que del que poder extraer de forma ágil y actualizada datos para conocer por qué tipo de procesos (enfermedad o lesiones) se otorgan o causan las incapacidades, tampoco es posible un análisis transversal comparando procesos y limitaciones con sectores de actividad y estos por grupos etarios, o sexo o incapacidades previas o tipo de trabajo o exposición a determinados riesgos, factores sociales, personales, entorno familiar, etc.
Es urgente la creación de una base de datos, su explotación a través de procedimientos informáticos tipo Big data que permiten la explotación y análisis en tiempo real de situaciones de datos de volumen inmenso como los relacionados con la incapacidad y la realización del
La situación de déficit de explotación y acceso a los datos es concurrente tanto en la incapacidad permanente como en la temporal, y si bien es posible alguna explotación esta sigue siendo muy deficiente. TENEMOS DATOS PERO NO PODEMOS EXPLOTARLOS y por tanto NO PODEMOS CONOCER LAS CAUSAS DE LA INCAPACIDAD, NO PODEMOS CONOCER QUÉ LLEVA A UN TRABAJADOR A ESA SITUACIÓN.
MÁS CERCA DEL BIGDATA EN INCAPACIDAD
- TRATAMIENTO INFORMÁTICO tecnología BIGDATA para el proceso de recolección de las grandes cantidades de datos, en archivos múltiples y con formatos diversos que se encuentran relacionados con la incapacidad laboral y para poder proceder a su inmediato análisis para poder encontrar la información oculta, los patrones recurrentes, las nuevas correlaciones, el fluctuar del fenómeno de la incapacidad, en un universo de información actual donde el conjunto de datos es tan grande y tan complejo que los medios tradicionales de archivo y tratamiento no lo permitirían.
REDUCIR LAS CAUSAS DE LA INCAPACIDAD LABORAL RESULTA UNA ENTELEQUIA CUANDO SE DESCONOCE QUÉ ES LO QUE CAUSA SU INCAPACIDAD.
Y esto es importante también para actuar de forma preventiva y/o rehabilitadora o recuperadora sobre la población trabajadora o reparadora prestacional.
Es preciso compartir archivos entre instituciones y una reforma de los actuales que sin vulnerar la confidencialidad y seguridad de los mismos, permita por su volcado saber de la realidad de la incapacidad, más allá del número de pensiones o el coste de las mismas pues el dato económico no es suficiente, y lo mismo para referirnos a la incapacidad temporal y su absentismo
La propuesta de creación de un mapa de la incapacidad implica por tanto determinar los datos básicos que deben constituir parte de la base de datos a explotar a futuro y establecer los mecanismos de registro y archivo.
El MAPA DE INCAPACIDAD con el objetivo de conocer más sobre las causas y el impacto de las situaciones de incapacidad es necesario para la gestión integral de la misma, para una mejor distribución de los recursos, para prevenir las situaciones de pérdida de salud y del quebranto por sus secuelas, facilitando y potenciando mecanismos de detección de la enfermedad y los aspectos preventivos de la salud laboral, homogeneizando criterios de valoración para una mayor garantía de protección social y mejorar la gestión sanitaria y la protección social basada en el conocimiento, con procedimientos tecnológicos tipo Big Data que aporten las máximas posibilidades de interrelación y análisis para la mayor trasparencia en la gestión, basada en la evidencia, optimizándola y aportando referencias para la mejor distribución de recursos y la ayuda a la toma de decisiones.
Es urgente adaptar los sistemas de recogida de datos en incapacidad para conseguir una mejor explotación epidemiológica que facilite conocer la situación, su análisis y la planificación estratégica.
La necesidad de conocer datos de incapacidad más allá de los datos económicos o numéricos.
En la actualidad los datos que conocemos son referentes a número de procesos de baja activos en un periodo, o su duración media y su distribución por comunidades autónomas y por provincias o por regímenes de afiliación a la seguridad social, pero desconocemos datos referentes a qué procesos causan las bajas con qué duración, a qué trabajadores afecta, y qué ocupación, tareas, o actividad o circunstancias de empleo se relaciona con cada proceso.
Los datos así considerados son meramente expositivos del número de bajas o cuánto duran globalmente consideradas; pero lo qué importa es conocer por qué se producen, qué tipo de enfermedades las provocan, cómo varían en función de los trabajos o de las edades o de la posibilidades terapéuticas.
NECESIDAD DE CREAR UN MAPA DE LA INCAPACIDAD EN ESPAÑA
Para analizar la población con situaciones de pérdida de salud, que determinan la necesidad de protección de social, por estar incapacitados, bien porque tienen reconocida una incapacidad contributiva o no contributiva, se necesita un conocimiento de los casos y sus causas.
Porque ya señalábamos la importancia de conocer el “riesgo asegurador”, referente al envejecimiento poblacional, migraciones de población activa, disminución de la población joven, porque en la misma línea de cubrir y garantizar el riesgo asegurado debemos conocer su coste de previsión y los recursos que deberán ser destinados para la “recuperación y reparación” del daño sobrevenido, así como políticas para la prevención del mismo.
El mapa permitirá análisis de inversión presupuestaria a largo plazo, mejor gestión de los recursos sanitarios y conocer el riesgo en la sostenibilidad del sistema de aseguramiento público.
Se precisa un “nodo” de intercambio, archivo e información de datos sobre la incapacidad, pues de ello se derivará la elaboración del MAPA DE INCAPACIDAD que facilitará una mejor utilización de los recursos sanitarios y económico-prestacionales, así como la implementación de medidas de sostenibilidad del sistema y fijar políticas sanitarias, sociales. También contribuye a conocer las insuficiencias del sistema de protección.
El MAPA de INCAPACIDAD dará fin a la actual situación de déficit de datos concurrente tanto en la incapacidad permanente como en la temporal, ya que si bien es posible alguna explotación de datos esta sigue siendo muy deficiente. En el momento actual como hemos reiterado podemos conocer datos sobre el número de pensionistas, su coste, incluso su distribución por grados de incapacidad, geográficamente, edad y por sexo. Y lo mismo sobre incidencia o duración de las bajas pero no por procesos sino en su conjunto.
Pero si conociéramos el impacto incapacitante de la pérdida de salud en la población trabajadora se procedería a una mejor gestión y adecuación de recursos atencionales, promocionales, preventivos, reintegradores, y prestacionales en torno a la incapacidad temporal y permanente, pero hoy por hoy no disponemos de este mapa, sabemos coste, “el cuánto” pero no sus causas, y la incapacidad es una prestación económica pero derivada de una situación de pérdida de salud y por ello con un componente sanitario y variables que determinan su aparición y evolución.
Conocer nuestra población “incapacitada (por enfermedad)” es fundamental para cualquier análisis sobre impacto y necesidades de protección social, para contrastarla con la población activa, la población en formación o inactiva previa a la edad laboral, y la población inactiva jubilada.
La propuesta de creación de un mapa de la incapacidad implica la creación de una base de datos que contenga aquellos básicos y fundamentales, a explotar a futuro y establecer los mecanismos adecuados de registro, archivo, difusión que puedan ser analizados a tiempo real. Pero datos tan numerosos, de volumen tan grande y de complejidad tan enorme sólo es posible su explotación si utilizamos sistemas informáticos basados en la acumulación a gran escala de datos y procedimientos para identificar patrones recurrentes dentro de esos datos, es decir mediante los denominados Big Data o Datos Masivos que manipulan grandes conjuntos de datos y sus variables, facilitando su captura, y almacenamiento, búsqueda, compartición, análisis y visualización.
Es imprescindible y beneficioso, el uso del dato de incapacidad tipo y grado, asociado a diagnóstico y actividad laboral como un indicador de gestión, para establecer estrategias de mejora que permitan sistematizar y ordenar la atención sanitaria y la prestacional o de amparo social de forma adecuada y eficiente, sustentada en la mejor evidencia científica del análisis epidemiológico de los datos de incapacidad con el fin de ayudar a la toma de decisiones en distribución y mejora de recursos, con el fin de promover el conocimiento de la situación, establecer políticas para la prevención de la salud evitando en lo posible la aparición de las situaciones de incapacidad laboral, la atención sanitaria más correcta, y las medidas de rehabilitación socio laboral que faciliten y procuren la reincorporación laboral y cuando ello no sea posible la máxima protección a su situación de necesidad .
CONCLUSIÓN
- Manifestar la necesidad urgente de la creación e implementación del MAPA DE INCAPACIDAD LABORAL, compromiso expresado por la Secretaria de Estado de Seguridad Social ante esta propuesta formulada en 2015, tanto como fuente de conocimiento de la realidad de las situaciones de incapacidad laboral médica, como elemento de ayuda a la mejora de la gestión de recursos públicos, así como herramienta de estudio de las situaciones de incapacidad de los trabajadores para identificar cuántos factores causan estos procesos de incapacidad médica laboral, así como las circunstancias personales, laborales, sociales y demográficas que la modulan y conocer la evolución de las situaciones incapacitantes tanto temporales como permanentes, más allá del gasto, para conocer realmente el estado de la salud laboral de la población trabajadora en cada momento y poder adoptar políticas de mejora. Este mapa sería un hito histórico a nivel internacional como fuente de conocimiento referencial de porqué se incapacita, a qué trabajadores afecta la incapacidad, factores de asociación o factores causales y en qué medida se sucede el retorno al trabajo o qué barreras pueden dificultar el mismo.
- Descriptivo: intención de describir distribución de la incapacidad y diferencias por agrupaciones de datos en relación a procesos (enfermedad, lesiones), limitaciones funcionales, tipo de trabajo, sector de actividad, tiempo y tipo de incapacidad, edades, sexo, territorio y demás variables socio económicas agregadas.
- Evolutivo: poder observar la evolución del “fenómeno de la incapacidad” tanto temporal como permanente, cambios que se vayan produciendo, en qué variables, y así predecir el futuro inmediato.
- Evaluativo: analizar y conocer los datos, actualizar de forma continuada la gestión integral de la incapacidad y sus consecuencias e impacto económico sociales, a través de la interrelación con aspectos más allá de lo exclusivamente prestacional para considerar otros en el área de la salud pública, del trabajo, y de la economía.
- Desde la fundamentación que los indicadores de incapacidad o de retorno al trabajo tras incapacidad son indicadores de salud, indicadores de calidad de vida, indicadores de gestión sanitaria, indicadores de protección social, indicadores de resultado.
- Epidemiológico: pudiendo servir de banco de datos para proyectos de investigación sobre cuantas variables contiene, variables de “salud” (incapacidad por pérdida de la salud, léase enfermedad), variables “económicas” (tanto de gasto en prestaciones económicas o sanitarias derivadas de la situación de incapacidad laboral, como absentismo por incapacidad, como pérdidas de producción), variables “sociales” (perdida de la calidad de vida, años de vida ajustados por incapacidad, calidad de vida ajustada por edad, tipo de población incapacitada, distribución geográfica, distribución de la incapacidad por nivel económico, distribución de la incapacidad por edad, sexo, apoyo familiar), variables “laborales” (trabajos, tareas, ocupaciones, actividades, tipo de situación laboral, contingencia laboral con incapacidad temporal o permanente).
- Gestión: Tanto para la gestión prestacional, gestión sanitaria, o la gestión de empleo. Base de datos para la elaboración de políticas de salud pública, de protección social, políticas de empleo, políticas económicas.
- Impacto: todo lo anterior se concluye en conocer el impacto económico, sanitario, y social de las situaciones de incapacidad temporal y permanente. El mapa nos permite conocer población vulnerable (incapacitada) y abordar medidas de intervención para minimizar el impacto o favorecer la reintegración o prevenir su aparición.
- La carga de la incapacidad dependerá de su incidencia (presentación), su prevalencia (duración) y su permanencia (incapacidad permanente) e intensidad (grados)
Dra. Araceli López-Guillén García. Dr. José Manuel Vicente Pardo
1El Mapa de la Incapacidad en España una necesidad urgente. Revista Medicina y Seguridad del Trabajo Nº 240 2015; 61
http://scielo.isciii.es/pdf/mesetra/v61n240/inspeccion2.pdf