20 minutos. Es el tiempo de que disponemos para realizar un Examen de Salud completo con audiometría, espirometría, y electrocardiograma incluido. 2 horas. Es el tiempo con el que contamos para realizar una formación sobre hábitos saludables con un grupo de 50 trabajadores/as.
¿Quiere eso decir que los consejos breves que ofrezcamos en el Examen de Salud o que las recomendaciones que proporcionemos en la formación, no serán de calidad? No. No necesariamente. Aunque si queremos que esos consejos y recomendaciones surjan efecto, es necesario que previamente se realice un relevante trabajo de búsqueda de evidencia científica, sistematización y protocolización.
Por otro lado, conocer un poco más acerca de la Promoción de la Salud, puede ayudarnos a detectar herramientas que sirvan para mejorarla.
Lorena del Estal
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Promoción de la Salud cuenta con tres componentes fundamentales: Las políticas de salud, los entornos saludables (empresas, escuelas, comunidades) y la educación para la salud (EpS).
Según Sarría et al.[i], la EpS tiene como objetivo la alfabetización sanitaria y la mejora de conocimiento de la población en relación con la salud; a tener en cuenta, continúan, la EpS no comprende únicamente la mera transmisión de conocimientos, sino que se ocupa de desarrollar la motivación, las habilidades y la confianza (autoeficacia) para iniciar y mantener acciones de salud.
Así es, la EpS según varios autores/as es un medio y una herramienta fundamental para ampliar y mejorar las prácticas de salud, así como generar agentes activos que promocionen prácticas saludables. Sin embargo ¿sabemos cuales deben ser las características idóneas de una acción de EpS para obtener un óptimo resultado?
Quintero Cruz et al.[ii] destacan que los programas de intervención basados en educación sanitaria tienen resultados variables, por lo que la comunidad investigativa recomienda dirigir nuestras intervenciones hacia programas de promoción y educación para el autocuidado.
Y además de potenciar el autocuidado, ¿qué más podemos hacer para mejora la Promoción de la Salud en los lugares de trabajo?
Utilizar metodologías de educación activas, donde la persona se ubique en el centro del aprendizaje, donde se utilicen métodos que enriquezcan el proceso, donde se adapte el contenido a las necesidades del público y donde el individuo construya sus propios esquemas mentales que le resulten útiles para introducir y mantener hábitos saludables.
Recuerda:
- Ofrece consejos y recomendaciones basados en la evidencia científica, será mucho más efectivo y aprovecharás mejor tú tiempo.
- Promueve y educa para el autocuidado. Cuando la persona dispone de conocimientos, habilidades y actitudes, es decir, de “Competencias en Salud”, es más probable que mantenga hábitos saludables. Bajo situaciones de equilibrio físico, psíquico, social y espiritual, la esencia del ser humano tiende hacia el bienestar, la felicidad y la supervivencia.
- Utiliza metodologías de educación activa, que potencien la motivación, la implicación y la participación.
[i] Sarría A, Villar F. (edit.). Promoción de la salud en la comunidad. Madrid: UNED; 2014.
[ii] Quintero Cruz MV, Figueroa Solano N, García Puello F, Suárez Villa M. Educación sanitaria para la calidad de vida y empoderamiento de la salud de personas mayores. GeroKomos. 2017; 28(1):9-14.