
En el ámbito laboral existen numerosos puestos de trabajo que implican la realización de tareas en ambientes fríos, debido a trabajos que se realizan a la intemperie o en recintos industriales (agricultura, construcción, jardinería y mantenimiento urbano, comercio ambulante, estaciones de esquí, cámaras frigoríficas, mataderos, etc.). Trabajar en estas condiciones puede generar congelaciones y cuadros de hipotermia, así como favorecer la aparición de enfermedades como la gripe, bronquitis, neumonías y agravar enfermedades crónicas, como las cardíacas, respiratorias y reumáticas. Asimismo estas condiciones laborales facilitan los accidentes, tanto de tráfico como por caídas a causa de la nieve y hielo formado, y también aumentan los riesgos de incendios y de intoxicación por monóxido de carbono a partir de chimeneas, estufas de gas, braseros, etc.
Fuente: Mutua Intercomarcal