
¿Tu crees que esto se hace por dinero?
Autor: Antonio Hernández Nieto
José María Cortés Díaz es noticia porque recientemente ganó la segunda edición del premio Prevencionar 2018 a la Trayectoria Profesional en Prevención. Ingeniero que desde Sevilla ha desarrollado desde los años sesenta del siglo XX una intensa actividad docente en prevención de riesgos laborales, con multitud de publicaciones incluido uno de sus libros que sigue siendo referencia en prevención. Trabajo que ha alternado con otras actividades tanto en las Administraciones Públicas como en el ámbito privado en prevención de riesgos laborales o, como él prefiere decir, en seguridad y salud en el trabajo. Una actividad que es muy difícil resumir en un currículo y que la jubilación no ha parado.
Antonio Hernández (AH) –¿De dónde surge el interés por la prevención de riesgos laborales?
José María Cortés Díaz (JMCD)– Estudié peritaje industrial donde tenía una asignatura llamada Higiene y Seguridad que impartía el Dr. Antonio Álvarez Dardet, un excelente médico de empresa, y me enganchó. Era un médico que trabajaba en la factoría en Sevilla de Construcciones Aeronáuticas S.A. (CASA) empresa con mucha influencia americana. Estamos hablando de los años 60 del siglo XX y él ya nos contaba cosas de ergonomía. Posteriormente tuve el honor de sustituirle como profesor cuando se jubiló.
AH – ¿Por qué se ha mantenido profesionalmente en el ámbito de la prevención de riesgos laborales?
JMCD– No ha sido fácil. El Dr. Álvarez Dardet me dio la oportunidad de hacer, en 1968, uncurso de Experto Superior en Seguridad, impartido por el Instituto Nacional de Medicina, Higiene y Seguridad en el Trabajo de Madrid, a lo que se añadía que ya había empezado a dar clases en la universidad de Sevilla, aunque impartiendo Ciencias de los Materiales y Tecnología Mecánica. Ambas cosas me permitieron incorporarme al Plan Nacional de Higiene y Seguridad en el Trabajo (PLANHISET) cuando se creó en 1971.
En dicho Plan participé desde el diseño de las instalaciones del Centro Nacional de Homologación (CNH) de Sevilla hasta el desarrollo de su actividad específica. En un principio empezamos a trabajar en pisos ubicados en diferentes sitios. Así que comencé prácticamente de cero en la creación del Servicio Social de Seguridad e Higiene en el Trabajo que luego se convertiría en el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.
AH – No le estoy preguntado por los pasos profesionales sino ¿qué es lo que le atrajo de la materia para que desarrollase una carrera en este ámbito?
JMCD – Lo que me atrapó de la prevención de riesgos fue la capacidad de poder intervenir en los procesos. Entonces era profesor de Escuelas Maestría Industrial y posteriormente catedrático de secundaria en la especialidad de Organización y Proyectos de Fabricación Mecánica. El conocimiento de los procesos de fabricación están muy relacionados con la seguridad e higiene pues para definir y desarrollar procesos tienes que conocer los riesgos que tienen. Y si se conocen los riesgos hay que poner los remedios para evitarlos, tienes la responsabilidad de evitarlo. Es de cajón.
De tal manera que en el departamento de Ingeniería y Cienciasde los Materiales, en el que se impartía tecnología mecánica y procesos, introduje la seguridad. Ya que consideraba que estas materias estaban muy relacionadas.¿Cómo se podía hablar de los procesos que introduce una tecnología y no de los riesgos de la misma?
La asignatura de seguridad se adscribió por el Ministerio de Educación, exclusivamente, al área de Medicina Preventiva y Salud Pública, lo que me parecía un disparate. Yo pensaba que debía adscribirse a más áreas por eso escribí un artículo para convencer a la administración de que lo cambiase, añadiendo también una área técnica.
De hecho, tuve que luchar mucho para que la asignatura se asignase al departamento de Procesos de Fabricación en el que impartía clases en ese momento. Pero al final lo conseguí y me quedé con ella.Posteriormente nadie la reclamó. Pienso que no había interés, porque si lo hubieran hecho la legislación estaba de su parte y se habrían quedado con la asignatura.
AH – ¿Siempre ha trabajado desde el ámbito público?
JMCD –También lo he hecho en el ámbito privado. Durante algún tiempo estuve asesorando a la empresa Iturripara montar el laboratorio de control de calidad de losequipo de protección individual(EPI) o, como se dice en Latinoamérica, personal (EPP) que fabrican, y a otras entidades como la Confederación de Empresarios de Andalucía, el Colegio Oficial de Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales o la Federación de Empresarios del Metal, en el diseño e impartición de los primeros cursos de formación superior en prevención de riesgos laborales.
AH- Pero siguiendo su trayectoria profesional principalmente ha trabajado en lo público ¿por qué?
JMCD– La mayor parte de mi actividad ha sido la docencia y esta es generalmente se hace en la pública. Por otra parte no existían los servicios de prevención y solo las grandes empresas tenían técnicos o ingenieros de seguridad, fundamentalmente las de construcción y obras públicas y las industriales del sector metal y/o metalúrgico.
AH – ¿Cuál es la influencia de los poderes públicos en que se haga prevención en el sector privado?
JMCD – Cuando me incorporé al PLANHISET en los gabinetes de seguridad e higiene a cada persona se asignaron distintas empresas de las queeran técnicos tutores. Visitaban a los empresarios en plan amigotepara ayudarle y asesorarle. Solo cuando la empresa no hacía caso reiteradamente es cuando se ponía en conocimiento de la Inspección de Trabajo.
La labor de estos técnicos era la de apoyarles en la seguridad e higiene. Fue una pena que no se pudiera mantener esta labor por motivos económicos. No era posible mantener el sistema de dietas de tantos técnicos tutores viajando por España para visitar empresas.
En aquella época estábamos entusiasmados con nuestra labor. Seguramente porque éramos jóvenes y creíamos que íbamos a poder acabar con los accidentes de trabajo.
AH – ¿Qué le diría a aquellos profesionales de la prevención decepcionados con la situación en la que se encuentra el sector en la actualidad?
JMCD – Si pienso en mí me doy cuenta que pertenezco a una generación que teníamos bastante aguante y bastante capacidad de trabajo. A lo mejor teníamos la ventaja de tener menos recursos y menos posibilidades de distracción, menos televisión. Estábamos más centrados en lo que teníamos que hacer y nos dedicábamos a estudiar y a aprender.
AH – ¿Cómo ve el futuro de la prevención de riesgos laborales?
JMCD –La prevención se ha burocratizado mucho. Para que te hagas una idea de cómo eran las cosas, no hace tanto tiempo que me decían que a mis alumnos les tenía que hablar de seguridad y no de leyes.
Esto hace que recuerde que el otro día anoté una frase que decía “Ya no se debe hablar de seguridad y salud, hay que hablar de bienestar y felicidad”. Creo que esto no se puede generalizar.
Si le hablas de bienestar y felicidad a un obrero que trabaja en la construcción de un edificio y que se encuentre en agosto en la planta 14 con un casco y a mediodía, ya puede uno imaginarse lo que le va a responder.
Es cierto que el sector servicios ha crecido mucho y que si trabajas en una oficina los riesgos son otra cosa y, evidentemente, se puede hablar de bienestar y felicidad, pero, como ya he dicho, no se puede generalizar.
Se ha avanzado mucho, por supuesto. La cultura preventiva va calando, incluso en la administración, que parecía imposible. Y cada vez más personas saben lo que es la prevención. Por ejemplo, la Universidad de Sevilla, en la que trabajaba, y a la que continúo vinculado como investigador y profesor asistente honorario, creó en 2015 unos premios de reconocimiento a la prevención de riesgos laborales a cuya entrega asisten el rector, los decanos y directores de centros departamentos y los profesores de la universidad que de otro modo no tendrían conocimiento de la importancia de esta materia.
AH – ¿Cómo de importante son esos premios para la prevención?
JMCD –Los premios sirven para enganchar cada vez a más personas.Siendo los únicos de su naturaleza que concede una universidad española, y a través de los cuales desde el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales se pretende subrayar la labor de las personas, Centros, Departamentos, Servicios, Instituciones y Empresas que han contribuido con su trayectoria de trabajo, de manera significativa, a la implantación de sistemas preventivos y a la consolidación de la cultura de la prevención en el ámbito universitario.
AH – ¿Y qué ha supuesto para usted ganar el premio Prevencionar al Mejor Profesional de la Prevención 2018?
JMCD – Me gusta que sea un premio dado por otros profesionales de prevención. Y que, entre otras cosas, me lo hayan dado por haber sido el autor del libro Técnicas de Prevención de Riesgos Laborales que ha sido libro de cabecera durante mucho tiempo de los profesionales de la prevención y clave en su formación [lleva 11 ediciones y más de 50.000 ejemplares vendidos]. Y sigue siéndolo viendo en todas las universidades que se utiliza.
El Dr. Jaime Llacuna, Consejero Técnico del INSHT y profesor de la Universidad de Barcelona, me dijo una vez que mi libro ya es un clásico. Y es un clásico porque en el habían estudiado varias generaciones. Ahora estoy ilusionado con la versión mexicana y latinoamericana con el título deSeguridad y Salud en el Trabajo del que se llevan realizada ya cuatro ediciones, en el que, además de la normativa mexicana, he incluido la legislación andina en prevención de riesgos laborales. La verdad es que me siento orgulloso de que haya llegado hasta las universidades más remotas de Latinoamérica.
Cuando cuento la difusión que tiene mi libro, hay personas que me dicen que estaré ganando mucho dinero. A lo que les respondo “Aunque lo fuera, que no es el caso, ¿Tú crees que esto se hace por dinero?”
Sin embargo, quiero ser sincero con respecto a Prevencionar. La verdad es que no era consciente de su importancia. Desde que conozco el portal me he enganchado al mismo y todos los días leo cosas curiosas en él. Aunque reconozco el trabajo que hay detrás, echo en falta la participación de empresas del sector industrial y que interviniesen más prevencionistas de las mismas.
Déjame que aproveche la oportunidad para decir que no me gusta el término prevencionista. No sé quién se lo inventaría. Yo siempre he pensado que uno es ingeniero o licenciado y luego tiene una especialidad. Como los médicos que trabajan en prevención de riesgos laborales que primero son licenciados en medicina y luego obtienen el título de especialista de medicina del trabajo si quieren trabajar en este ámbito. Así un ingeniero, un licenciado en psicología o derecho, o un diplomado o graduado en relaciones laborales, por citar algunos ejemplos, que quisiera trabajar en prevención debería especializarse en esta disciplina.
Tanto el Convenio 155 de la Organización Internacional del Trabajo(OIT) como la creación del PLANHISET tenían entre sus objetivos crear especialistas en prevención. Para ello se tiene que tener una titulación previa, de base. La única solución que le encuentro a esto en la actualidad es que el grado vaya seguido de una especialización.
AH – A lo largo de su carrera ha recibido muchos premios ¿cómo de importantes han sido para usted dichos premios?
JMCD – En el resumen de mi currículo en Linkedinrecojo que he sido de esos profesionales de la prevención que he sido reconocido con premios tanto a nivel universitario, autonómico, nacional como internacional. Tengo unos 10 ó 12 premios en total y me han supuesto un estímulo, de tal forma que cuando me dan uno ya estoy pensando en qué tengo que hacer para conseguir otro.
AH – Volvamos al asunto de la burocratización de la prevención ¿cómo cree que se podría evitar?
JMCD – Es complicado. No depende de nosotros. Depende de normas de la Unión Europeae internacionales como la nueva ISO 45001
Cuando asesoraba yvisitaba empresas notaba reticencias por parte de algunas personas. Yo les recordaba que puede que desconociese cómo se hacía el producto que fabricaban. También les recordaba que mi función era observar el proceso y proponer mejoras que dejaba por escrito para que cuando los que estaban trabajando ya no estuvieran allí los que viniesen después siguiesen haciéndolo de la misma forma.
Conseguir cambiar la mentalidad, la introducción de los papeles, costó mucho trabajo. Algo que empezó con los temas de calidad y luego se fue expandiendo. La burocratización no solo afecta a la prevención, sino que afecta a muchos otros aspectos.
AH – Usted, que ha formado a más de 3000 personas, ¿qué le diría a una persona que quiera comenzar trabajar en el sector de la prevención?
JMCD – Contesto entendiendo que la pregunta está referida a la formación superior impartida durante más de dos décadas, como formación de posgrado, a través del Centro de Formación Permanente de la Universidad de Sevilla (CFP – US). Debería tener una titulación de partida. Hay una tradición de que quien quiera ocupar un puesto preventivo, lo que se llamaba técnico de seguridad, debería tener una titulación técnica. Sin embargo, actualmente también es posible desde alguna de las titulaciones que se han ido incorporando. Luego, debe tener muy claro que no es un nicho de trabajo. Si se acerca pensando solo en encontrar trabajo, va mal. La prevención se debe considerar como una especialización de la titulación de base.
En relación a este tema te voy a contar una anécdota. La Universidad de Sevilla y el Ejército del Aire del Ministerio de Defensa suscribieron un convenio para formaral personal de la estructura preventiva de los establecimientos militares para participar en los comités de seguridad y salud o desempeñarfunciones de nivel básico, y a los que ocuparían puestos de trabajo como técnicos superiores en los Servicios de Prevención. Hubo un alumno de este curso que, durante el desarrollo del mismo, ya tenía claro que la titulación de base que poseían, por mucha formación que recibiese, no le iba a capacitar para resolver los problemas de seguridad que se iba a encontrar. Tendría un puesto que no sabría desempeñar, por lo que decidió abandonar la formación.
Desde el año 2000 estoy participando en grupos de trabajo para buscar una solución a este problema de la formación superior en prevención. Dichos grupos no han sido capaces de encontrar una solución al problema. Incluso, hemos acabado disolviéndonos durante unos años.
Tal vez no llegamos a un acuerdo porque las personas que solemos acudir a estas reuniones tenemos perfiles muy variados. Con distintos intereses y diferentes formas de ver las cosas lo que hace que acordar algo resulte difícil.
Si hubiéramos llegado a un acuerdo, habría sido posible crear una titulación de solo segundo ciclo que ahora sería un grado, como ocurrió con todas las titulaciones creadas entonces. Y a partir del grado podría haber especialización en prevención en todo lo que se quisiera.
AH – Una vez que tuviese la formación ¿cuál sería el siguiente paso para hacerse una carrera en prevención de riesgos laborales?
JMCD – Le recomendaría entrar a trabajar en un servicio de prevención, preferentemente ajeno porque va a visitar diferentes empresas, va a conocer distintos procesos. Ofrece muchas oportunidades para aprender.
Además, les va a servir para adquirir experiencia, conocer a mucha gente y hacer contactos que tal vez le permitan acceder al mundo del trabajo u obtener otro puesto.
Es un sitio fenomenal porque vas a estar en la calle, con libertad de horario, conociendo empresas y personas, y formándote.
AH – ¿Por qué es importante para usted la investigación?
JMCD – Es importante desde que trabajaba en el CNH, actualmente Centro Nacional de Medios de Protección del INSHT donde se fomentaba, dado su carácter de centro internacional de referencia . Era una investigación fundamentalmente práctica que me permitía hacer publicaciones, asistir a los congresos, mantener contacto con colegas y obtener premios.
Allí adquirí esta práctica que luego trasladé al departamento de la universidad al que pertenecía. Si buscas en los repositorios universitarios de investigación (idUSy RiuNet, fundamentalmente) encontrarás muchas de mis publicaciones que proceden de mi departamento y grupo de investigación.
AH – ¿Quiere añadir algo más a todo lo que se ha hablado en esta entrevista?
JMCD – Me siento orgulloso de ser una de las personas que ha contribuido a introducir la prevención de riesgos laborales en la Universidad española. Ya en 1990 incluí esta disciplina como curso de postgrado de la Universidad de Sevilla que al cabo del tiempo terminó siendo un máster oficial con una muy buena aceptación.
Es más, como miembro de las Comisiones de Planes de Estudios, he conseguido introducir la prevención de riesgos laborales en todas las titulaciones que se imparten en la Escuela Politécnica Superior (EPS) de la Universidad de Sevilla. Y antes de dejar la universidad conseguí introducir una asignatura de grado que se llamaba Ingeniería de la Prevención que no existe en ninguna otra universidad española.
Una asignatura que incluye legislación. Es imposible enseñar prevención sin hacer referencias a la legislación. Lo que complica la revisión del material de enseñanza y de los libros que tengo publicados y obliga a su actualización.
Por último y como tuve ocasión de manifestar al recibir el premio Prevencionar no puedo dejar de citar a las dos instituciones que tanto han influido en mi trayectoria profesional; el INSHT, en el que me inicié y formé en la prevención, la EPS y el CFP-US, por las facilidades encontradas para el desarrollo de mi actividad docente e investigadora. Sin olvidar la apuesta de la Editorial TébarFlorespor editar mi primer libro sobre un tema prácticamente desconocido en el momento de su publicación.