
Superado ya el debate que cuestionaba la capacidad y rentabilidad de las energías renovables, éstas se han impuesto de manera definitiva. El paulatino agotamiento de las energías fósiles, las necesidades medioambientales y el aumento de la eficiencia-rentabilidad de energía eólica y solar ha sido determinante.
Así, asistimos en estos momentos a un impulso vertiginoso tanto en España, como en general en todo el mundo. La UE ya tiene como objetivo vinculante que la cuota de energía procedente de fuentes renovables sea de al menos el 20% a 31 de diciembre del presente año, y del 32 % en 2030, es decir que la próxima década de manera obligatoria habrá de aumentar en más del 50% la cuota de este tipo de energías.
Dentro de las energías renovables, la eólica además de liderar el sector, es la más compleja desde el punto de vista de la prevención de riesgos laborales,porque si algo caracteriza al sector eólico es la altura y el viento (y en general los fenómenos meteorológicos: tormentas, heladas…), ambos factores están relacionados: se busca viento, buen viento, y este se encuentra en altura.
