Trabajar puede ser bueno para la salud mental, pero las crecientes presiones en el ámbito laboral pueden ser estresantes. Un entorno de trabajo difícil o factores que generen estrés de forma continua pueden agravar la salud mental de los empleados. En algunos casos, estos pueden llegar a quitarse la vida. Sin embargo, el suicidio nunca es la respuesta. Siempre hay esperanza. Los empleadores y directivos tienen una importante función que desempeñar para proteger la salud mental de su personal.
Fuente: OMS