Tiene la espalda encorvada, extremidades hinchadas y ojos inyectados en sangre: así es ‘Emma’, una muñeca de tamaño real, creada por un equipo británico experto en los campos de ergonomía, salud ocupacional y bienestar profesional, como el prototipo de mujer que lleva 20 años trabajando en una oficina.
Saluda a Emma, una representación a tamaño real de cómo podríamos vernos en 20 años si continuamos trabajando con una mala postura y estaciones de trabajo mal configuradas.
Hemos trabajado con un futurista conductual y un panel de expertos para crear un informe sobre cómo nuestra salud podría verse afectada en el futuro en función de nuestros hábitos de trabajo actuales. Si no se controla, para 2040, los trabajadores quedarán con las espaldas dobladas permanentemente causadas por sentarse encorvados sobre un escritorio con mala postura durante períodos prolongados de tiempo. Los trabajadores también tendrán venas varicosas debido al flujo sanguíneo deficiente causado por el trabajo sedentario, ojos rojos y secos por largas horas mirando la pantalla de una computadora, muñecas hinchadas por movimientos repetitivos, orejas y nariz peludas por la mala calidad del aire y piel roja e irritada por el calor de la computadora portátil y eczema relacionado con el estrés.