Aun sin ver los rostros de los protagonistas, es fácil intuir emoción y sonrisas en todas las caras que se ven en estas imágenes. Los aplausos son, en esta época de rostros protegidos, la elocuencia de la ilusión, de la satisfacción por el deber cumplido y la batalla ganada.
Cinco profesionales rodeando a una paciente que se va a su casa después de días de nervios e incertidumbres. Cinco pares de manos aplaudiendo a una paciente de alta, soltando por un momento, esa silla de ruedas para aplaudir. Una mujer que también aplaude a quienes le han ayudado y atendido, lo que se ven y los que no se ven en la imagen.
Alguien registra este tributo a la emoción, nos permite empatizar con quienes han resistido y vencido, como la paciente que abandona el Hospital Fraternidad-Muprespa Habana, que con solo un año de vida. También lucha contra la pandemia.
Gracias compañeros, porque estáis justo en el sitio donde más falta hacéis.
Gracias por permitir, con vuestro trabajo, que los demás nos quedemos en casa.