El pasado 19 de mayo salió publicado en el BOE la Orden SND/422/2020, por la que se regulan las condiciones para el uso obligatorio de mascarilla durante la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, justo 111 días después de que el pasado 30 de enero de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaro el Estado de Situación de Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional, más conocido por sus siglas en ingles PHEIC.
Sí, ciento once días después que nos/me llevan/lleva a la reflexión y a hacernos/hacerme al menos las siguientes preguntas:
1ª) ¿O las mascarillas no son realmente la medida más eficaz frente a una pandemia o es que alguien tiene la “cara más que durilla”?
2ª) La evolución de la pandemia, en términos de tasas nº infectados/1 millón habitantes y de nº fallecidos/ nº infectados son muy diferentes entre los países afectados, coincidiendo que España, Italia y Bélgica tienen los peores indicadores con diferencia. ¿Se trata de mascarillas o de la cara más que durilla?
3ª) El impacto sobre la economía de la pandemia sobre los diferentes países, también ha sido muy diferente según la estrategia epidemiológica seguida frente al COVID-19, esto es, estrategias basadas en medidas de mitigación sobre personas o colectivos más selectivos, o estrategias de supresión más generalizadas como ha sido nuestro caso. Pues bien, los que siguieron estrategias de mitigación, como Grecia, Croacia, Lituania, Chipre, Japón, Polonia, Dinamarca, Alemania, Austria o Corea han mantenido sus economías a salvo, frente a los que apostaron tarde por medidas de supresión, como España, Italia o Francia, donde solo hay que ver las consecuencias y las estadísticas mediococinadas. ¿También es cuestión de mascarillas o más bien de la cara más que durilla?
En fin, no quiero aburrirles con más preguntas porque ya no podemos dar marcha atrás, pero sí podemos hoy y todos los días, rendir un homenaje en primer lugar a todos los fallecidos durante estos 111 días, y en especial a mis colegas sanitarios y muy especialmente a mi amigo Antonio, quizás en muchos de estos casos sí, porque los cara durillas no les dieron mascarillas.
También un homenaje a todos los que de un modo u otro han (habéis) aportado vuestro trabajo, vuestro tiempo, vuestro esfuerzo para minimizar el impacto en salud y sufrimiento de esta pandemia.
Y a todos los que tienen la “cara más que durilla”, eso, los “mascadurillas” , ya lo saben, a partir de hoy es obligatorio usar mascarilla.