Un estudio del IESE señala que productividad y empresa saludable, son sinérgicas y pueden evitar, en épocas como las actuales, la necesidad de utilizar procesos traumáticos para recuperar la rentabilidad perdida
¿Qué es lo que se conoce como empresa saludable? “Aquella que tiene entre sus objetivos ayudar a sus miembros a mantener un tono vital corporal y mental sano. Son prácticas que a medio y largo plazo aumentan la productividad de los empleados… con ejercicio físico vigorizante, nutrición sana y descanso reparador”. Lo dice José Ramón Pin Arboledas, profesor del IESE, en el prólogo de un informe sobre Productividad y empresa saludable, en el que se analiza la mejor manera de afrontar “periodos de crisis sin necesidad de terapias quirúrgicas”.
En el trabajo encontrará ejemplos de cómo diferentes empresas se han acercado a este fenómeno y cómo cuidan de alguno o varios de estos aspectos. Se trata, tal y como asegura el profesor del IESE, de un:
Fenómeno aún incipiente en España, pero que junto con la RSC (responsabilidad social corporativa), las políticas de integración de minorías y las de conciliación de la vida familiar y laboral constituyen la base para que la empresa cumpla con su función… Por supuesto que primero tiene que generar riqueza y ganar dinero. Lo que descubre este estudio es que ese objetivo no sólo es compatible con las políticas de una empresa saludable; además, ambas, la productividad y la empresa saludable, son sinérgicas. Una sinergia que puede evitar en épocas como las actuales la necesidad de utilizar procesos traumáticos, como los famosos EREs, para recuperar la rentabilidad perdida.
Los diferentes países avanzan a distinta velocidad en este sentido y son las empresas estadounidenses las que están a la cabeza en la tradición de implantar políticas de promoción de entornos saludables.