Durante el Estado de Alarma, la DGT alertó sobre el repunte que estaba observando en los excesos de velocidad. El descenso de los niveles de tráfico (69% en general) permitía que algunos pisaran de más el acelerador. “La velocidad ha sido fundamentalmente la que el conductor ha deseado”, explicaba Álvaro Gómez, director del Observatorio de Seguridad Vial de la DGT.
Pero es que la velocidad es uno de los principales factores de riesgo, tanto en la aparición de accidentes como en la gravedad de los mismos. Por ejemplo, un informe del Departamento de Transportes del Reino Unido señala que si a 48 km/h el riesgo de morir en un choque frontal es del 3%, a 96 km/h este riesgo alcanza el 96%.
Distancia de reacción
Además, la velocidad influye mucho en los metros que se recorren en lo que se llama distancia de reacción, en la que, hasta que el conductor comienza a pisar el freno desde que observa el peligro, durante aproximadamente un segundo –tiempo de reacción– el coche continúa a la misma velocidad que circula. Por ejemplo, mientras que a 30 km/h durante el tiempo de reacción se recorren 8 metros, a 120 km/h se recorren más de 33 metros, lo que equivale a más de siete turismos de tamaño medio.
Y eso si no circulamos cansados –el tiempo de reacción se duplica y la distancia recorrida, también– o distraidos con el móvil –marcar un número en el móvil cuesta 13 segundos, durante los que recorremos 433 metros a 120 km/h– o la pantalla de infoentretanimiento –6 segundos y 200 metros a 120 km/h–. (Ampliar imagen).