¿Un año diferente?
Sin duda el 2020 ha sido un año complicado y diferente con la situación de pandemia que vivimos a nivel mundial desde el punto de vista personal y profesional. Son muchas la vidas de personas que se han quedado en el camino y es algo que nos debe hacer reflexionar sobre lo importante que es invertir en seguridad y salud. Desde aquí queremos rendir homenaje a todos los profesionales de seguridad y saludtanto sanitarios como técnicos que con su trabajo y esfuerzo ayudan a reducir el número de personas contagiadas y fallecidas por la enfermedad del Covid-19.
Marzo de 2020, la fecha que nunca olvidaremos.
Aquellos primeros días de marzo, escuchabamos los primeros rumores de que iban a ser cerrados los colegios, que nos iban a confinar bajo ciertas medidas de distanciamiento, que muchos trabajadores en modalidad presencial tendrían la posibilidad de trabajar desde el domicilio, junto con otros trabajadores de los sectores llamados ‘esenciales’ que tuvieron que continuar trabajando para que pudieramos tener los alimentos y servicios esenciales que se hicieron tan imprescindibles durante el estado de alarma.
Cuando no hay certezas y sólo incertidumbre.
Sin duda, hay muchas palabras que pueden resumir lo que hemos sentido (y sentimos) durante la pandemia, pero si hubiera que escoger alguna de ellas sería la de incertidumbre. El ser humano, psicológica y biológicamente, no está ‘configurado’ para vivir con inseguridad ni dudas acerca de su presente y futuro más inmediato. ¿Me contagiaré?, ¿Algún familiar sufrirá los daños del virus?, ¿Perderé el empleo?, ¿Me adaptaré a trabajar en casa?, ¿Soportaré estar confinado tantos días?, ¿Cuándo volveremos a la vida normal?.
Las personas hemos hecho un esfuerzo enorme para adaptarnos a la nueva situación, viviendo situaciones que posiblemente el ser humano nunca había experimentado hasta ahora (al menos en la época moderna), cada uno desde nuestra causística personal y viviendo una situación emocional para la que no estabamos preparados.
Y aún así, en cierta forma, debemos estar agradecidos de que esta pandemia nos ha tocado en el mejor momento posible gracias, en gran medida, a la tecnología. Y todo ello sin olvidar los grandes avances científicos que sin duda hará que dispongamos de una vacuna contra este virus en un tiempo nunca antes visto con otras enfermedades. Pero la otra cara de tecnología es la relacionada con la infoxicación.
Desde el punto de vista de control de la pandemia el riesgo de salud pública pasó a ser un riesgo, que sin duda también requería de la colaboración de los profesionales de seguridad y salud, a los cuales merece reconocer su esfuerzo y experiencia para controlar los contagios en el ámbito laboral, teniendo que adaptarse a las circunstancias que marcaba la propia evolución de la pandemia y las directrices de las autoridades sanitarias.
Nuestra adaptación como profesionales de la seguridad y salud.
Siendo sensibles a la dificultades que encontraban nuestras empresas y trabajadores por continuar la actividad de forma segura con la aparicición del Covid-19 hemos ido adaptando nuestras acciones y divulgación a la evolución de la pandemia con las acciones más destacadas que resumimos a continuación:
- Nuevo espacio web Covid-19 en nuestro portal PREVIENE. Marzo.
- V Semana de la Prevención. Abril.
- Cartelería buenas prácticas por sectores. Mayo.
- Webinars temáticos COVID-19. Julio (La vuelta al trabajo tras el Covid-19. Prevención y protección laboral)
- Retorno Seguro a las Aulas- Septiembre
- Guías de buenas prácticas y Aula Prevención- Octubre
- Semana SVL-Congreso virtual Noviembre
- Y por supuesto: FRATERTALKS
Y llegamos a Diciembre…
Se acercan unas fechas especiales, las Navidades que este año serán más diferentes que ningún otro año. La esperada llegada de la vacuna nos brinda una dosis de esperanza, pero la realidad es que seguimos viviendo un día a día en el que se siguen contabilizando nuevos contagiados y fallecidos, en nuestro país y a nivel mundial.
Desde un punto de vista preventivo, todo parece indicar que en el 2021 tendremos que seguir conviviendo con el riesgo de contagio, además de los riesgos laborales que ya teníamos ligados a la seguridad, higiene ergonomía o psicosociología. La recomendación principal a las personas sería la de continuar con el objetivo de reducir al máximo el riesgo de contagio apelando a la responsabilidad individual y las medidas ya conocidas (distancia social, higiene de manos, reducir los contactos al máximo…).
No nos podemos relajar, falta el último esfuerzo y no podemos tirar por la borda lo conseguido en estos meses. Hemos realizado un gran trabajo, desde los Departamentos de Seguridad y salud, para implantar los Planes de Contingencia, revisar la evaluación, adaptar puestos y centros de trabajo, conocer qué es un equipo de protección individual, coordinación de actividades empresariales… y todo ello nos tiene que servir de lectura para preguntarnos si esa reunión familiar navideña no puede realmente esperar, valorando lo que podemos ganar… y sobre todo perder. La respuesta como siempre dependerá, una vez más, de nuestra propia percepción del riesgo.