El Protocolo de Vigilancia Sanitaria Específica de la Salud de los Trabajadores expuestos a ruido fue publicado en el año 2000. Durante el tiempo transcurrido desde entonces se han producido una serie de cambios que hacen recomendable valorar la revisión del mismo.
Los Protocolos de Vigilancia Sanitaria Específica de la Salud de las personas trabajadoras son instrumentos destinados a facilitar la toma de decisiones por parte de los médicos del trabajo y contribuyen a elevar la calidad de la práctica clínica que estos desarrollan en los servicios de prevención; por ello es necesario que se basen en la mejor evidencia disponible. Sin embargo, no todas las cuestiones que se abordan en un protocolo de vigilancia de la salud son susceptibles de acometerse mediante métodos basados en la evidencia científica. Pongamos por ejemplo los aspectos legales y normativos que se incluyen en su texto. Sí lo son, por el contrario, las pruebas y exploraciones médicas que se realizan en este contexto.
Por tanto, la elaboración de una Guía para la vigilancia de la salud de las personas trabajadoras expuestas a ruido basada en la mejor evidencia disponible sobre pruebas y exploraciones aplicables a los trabajadores y a las trabajadoras expuestas a ruido, elaborada de forma sistemática, es un instrumento que facilita que las pruebas y exploraciones médicas que se recojan en el Protocolo de Vigilancia Sanitaria Específica estén sustentadas en dicha evidencia.
El proceso de elaboración de esta Guía se ha realizado adaptando la metodología descrita en los siguientes dos manuales: 1) “Manual Metodológico para la Elaboración de Guías de Práctica Clínica en el Sistema Nacional de Salud” en su revisión de 2016, que adopta a su vez la planteada por el grupo GRADE (Grading of Recommendations Assesment, Development and Evaluation), y 2) ”Handbook for conducting a literatu- rebased health assessment using OHAT approach for systematic review and evidence integration” en su revisión de 2015. Así se responde a la necesidad de que las recomendaciones que se recojan en el protocolo se basen en la mejor evidencia disponible.
La actualización del Protocolo de Vigilancia Sanitaria Específica de la Salud de las personas trabajadoras expuestas a ruido es una actualización parcial de las recomendaciones incluidas en el protocolo vigente, con la particularidad de introducir de forma exhaustiva nuevas áreas no contempladas anteriormente. Estas áreas se refieren a los efectos producidos sobre la audición por la exposición combinada a ruido y a agentes físicos, químicos o farmacológicos con efectos ototóxicos, a los efectos cardiovasculares del ruido, así como a los que pueden producirse en las trabajadoras embarazadas, que hayan dado a luz recientemente o se encuentren en periodo de lactancia, y a los potenciales efectos del ruido en el feto.
Fuente: Ministerio de Sanidad