
En ocasiones, encontramos en la prensa y la televisión noticias relativas a accidentes (incendios, explosiones, escapes de productos químicos, …) ocurridos en industrias o edificios en los que se producen víctimas y enormes daños materiales y ambientales. Todos tenemos en mente algunos de ellos, de los que por su trascendencia o repercusión no hemos podido ser del todo ajenos.
La prevención y el mantenimiento de las instalaciones son elementos importantes para evitar que se produzca una situación de emergencia en cualquier actividad o establecimiento, pero si ésta llegara a materializarse es preciso llevar a cabo actuaciones de manera inmediata para tratar de garantizar la seguridad de las personas que pudieran verse afectadas y controlar la situación, limitando la extensión de la emergencia a otras zonas y evitando daños mayores.
Es posible que nunca tengamos que vivir una situación así en nuestra empresa, pero tenemos que estar preparados para ello. Todas las empresas deben prever las posibles situaciones de emergencia que puedan afectarles como consecuencia de la propia actividad o de situaciones externas y estar en disposición de afrontarlas con medios propios, elaborando para ello unas Medidas de Emergencia o un Plan de Autoprotección, que constituyen el sistema de acciones y medidas encaminadas a dar una respuesta adecuada a estas emergencias.
Para comprobar si lo que se ha establecido en estos Planes o medidas de emergencia es adecuado y funciona de acuerdo a lo previsto, la mejor forma es mediante la realización de simulacros.