
La lipoatrofia es una disminución del tejido adiposo (grasa) situada bajo la piel, que se ha descrito en diferentes partes del cuerpo, aunque mayoritariamente afecta a los muslos y, en menor grado, al antebrazo.
Visualmente, se trata de una depresión o un surco en la piel de forma semicircular que se presenta a una altura de unos 72 cm sobre el suelo, coincidiendo casi siempre con la altura de la mesa de trabajo.
Habitualmente, estas lesiones se presentan sin otros síntomas acompañantes, y ni la piel ni el músculo están afectados.
Es reversible cuando finaliza la exposición a los factores de riesgo que la causan.
Cuando tiene relación con el ámbito laboral, se considera un daño derivado del trabajo y, por tanto, un accidente de trabajo, ya sea con o sin baja, que se debe comunicar a la autoridad laboral. Cuando hay más de un caso en el mismo centro de trabajo, también se debe informar a la autoridad sanitaria.