
Trastornos del sueño.
Es una de las principales alteraciones que se produce en el trabajador a turnos o nocturno. Las personas que trabajan a turnos tienen un riesgo cuatro veces mayor de padecer un trastorno del sueño que aquellas que tienen un turno fijo. Existen distintos tipos de trastornos del sueño relacionados con las alteraciones del RC: Tipo jet-lag, tipo cambios de turno de trabajo, tipo patrón de sueño retrasado, tipo patrón de sueño avanzado y tipo ausencia de patrón sueño-vigilia de 24 horas.
Tipo cambios de turno de trabajo: En este tipo de trastorno del sueño (también conocido como shift lag), el patrón sueño-vigilia es normal y la alteración aparece por el conflicto que impone el nuevo turno de trabajo sobre el ritmo normal de sueño. Los trabajadores sometidos a rotaciones lentas en el turno de trabajo o a cambios inesperados son los que tienen más dificultades ya que se les imposibilita cualquier tipo de adaptación de su RC (normalmente entre el cuarto y quinto día de trabajar en un turno nuevo el patrón de sueño empieza a sincronizarse con el nuevo horario, por lo que si cambiamos de horario cuando comienza la resincronización puede resultar perjudicial).
Estos trabajadores, así como los del turno nocturno, muestran una menor duración del sueño y mayor frecuencia de alteraciones en la continuidad del mismo y, en cambio, mayor somnolencia en horarios en los que necesitarían estar despiertos (a mitad de la noche).
La desincronización se ve exacerbada a causa de unas horas de sueño insuficientes, exigencias sociales y familiares, o circunstancias ambientales (ruidos del teléfono, tráfico…) que perturban su descanso. La dificultad para adaptarse a un nuevo turno de trabajo suele traducirse en afectación de las relaciones laborales, familiares y sociales. Como en cualquier tipo de trastorno del RC puede existir un historial de consumo de alcohol, ansiolíticos, hipnóticos o estimulantes, lo cual puede exacerbar el trastorno del RC.
Manifestaciones digestivas
El horario de trabajo afecta a la calidad, cantidad y ritmo de las comidas. Las consecuencias de la interrupción de los ciclos circadianos digestivos vienen agravadas por:
- Los trabajadores suelen comer a disgusto y con poco apetito por no poder hacer la comida principal con la familia.
- A veces se saltan alguna comida, especialmente en el trabajo a turnos (el desayuno después del turno de noche).
- Los alimentos están mal repartidos a lo largo de la jornada y suelen ser de alto contenido calórico con abuso de la ingesta de grasas.
- Suele haber un aumento del consumo de café, tabaco y excitantes para combatir el sueño.
Las alteraciones más frecuentes que pueden darse en este tipo de trabajos son:
- Dispepsia.
- Gastritis.
- Reflujo gastroesofágico.
- Flatulencia.
- Estreñimiento.
- Ulcera de estómago (en relación con las alteraciones hipotalámicas que surgen como consecuencia del conflicto existente entre los ritmos orgánicos y los ritmos laborales). El riesgo es 3,9 veces mayor que en trabajadores a turno fijo.
Manifestaciones cardiocirculatorias
Las personas que trabajan de noche utilizan más energía y recursos vitales durante la noche, mientras que la calidad del sueño que obtienen durante el día hace poco probable que se reparen los daños que puedan causarse a su salud. Por lo tanto, si el esfuerzo en el trabajo nocturno es mayor, el corazón deberá adaptarse a ese esfuerzo para hacer frente a las demandas del organismo. Tampoco debemos olvidar que en estas personas existe una mayor prevalencia del consumo de tabaco, de sedentarismo y de sobrepeso. Según algunos estudios, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares es 1,83 veces más alto que en diabéticos. Por otro lado, los trastornos del sueño antes señalados conllevan asociados un riesgo cinco veces mayor de sufrir síndrome metabólico. Algunos estudios concluyen que el tiempo medio de aparición es a los seis años.
Todos estos trastornos se ven influenciados con los estilos de vida familiar y social, productos del desajuste en la adecuación de sus horarios respecto a las demás personas de su entorno.
Los trastornos cardiovasculares más frecuentes entre los trabajadores a turnos son: enfermedades coronarias, arritmias e hipertensión arterial.
Con respecto a la HTA, un estudio realizado en enfermeras ha observado que durante el turno de noche sus valores son más altos que durante el turno de día.
El riesgo de cardiopatía isquémica según la mayoría de los estudios no es significativamente alto, aunque sí se ha podido observar cómo ésta ocurre a edades más jóvenes.
En los trabajadores a turnos se detectan niveles de noradrenalina más altos, lo que ocasiona un predominio simpático que favorece el desarrollo de arritmias.
Trastornos psiquiátricos y efectos psicológicos generales
La incidencia de enfermedades psíquicas es 2,5 veces superior en los trabajadores a turnos que en los diurnos. Los trastornos más comunes son la ansiedad y la depresión. Cabe señalar que los turnos rotatorios afectan más a las mujeres y que el trabajo nocturno afecta más a los hombres.
El aumento de morbilidad nerviosa por fatiga de las personas que trabajan de noche, es debido a la alternancia de los horarios y, sobre todo, a la nocturnidad, que es un agravante en sí misma. El trabajo nocturno genera fatiga por un doble motivo: se ejecuta en período de desactivación (período en el que disminuyen las capacidades de las personas) y, a la vez, el sueño posterior es menos reparador porque se realiza en periodo de activación. Esto es lo que desencadena la neurosis del trabajador nocturno.
La neurosis del trabajador nocturno pertenece al tipo de las llamadas neurosis de situación, que no son debidas a un conflicto endógeno de la persona si no a motivos exógenos (las condiciones de trabajo), si bien se pueden ver modificadas por algunos rasgos de personalidad. Clínicamente no se diferencia de las otras neurosis de origen profesional y presenta los tres síntomas característicos:
- Astenia, sobre todo por la mañana
- Episodios de insomnio seguidos de otros de somnolencia posterior
- Trastornos de carácter de tipo agresivo o depresivo
Existe, también una mayor tendencia a padecer un trastorno depresivo conocido como trastorno afectivo emocional.
El trastorno afectivo estacional es también conocido como desorden afectivo estacional (SAD, del inglés seasonal affective disorder), es un tipo de depresión que acompaña a las estaciones. El tipo más común de SAD es la llamada depresión del invierno, ocurre cuando los días en invierno son más cortos y las noches más largas. Puede haber sentimiento de depresión, pereza, fatiga, apetencia por alimentos dulces, cefaleas, trastornos del sueño e irritabilidad.
Por otro lado, en los trabajadores a turnos se ha encontrado una mayor prevalencia de ideas suicidas.
Trastorno metabólicos y endocrinológicos.
La obesidad (provocada por las modificaciones cualitativas y cuantitativas de los alimentos, el mayor consumo de bocadillos, alcohol, grasas, etc.), el aumento de triglicéridos séricos y las bajas concentraciones de colesterol HDL se observan más a menudo en trabajadores a turnos. Existe también una mayor frecuencia de alteraciones de los tests de intolerancia a la glucosa. Estudios recientes han demostrado que entre estos trabajadores los niveles de leptina son un 17% más bajos (P <0,001), los de glucosa aumentan un 6% (P <0,001) y los de insulina se elevan un 22% (P = 0,006).
Los niveles de cortisol son más bajos en trabajadores a turnos que en los diurnos, mientras que los de tirosina están más elevados. Otros estudios han encontrado un riesgo 2,12 veces mayor de hipotiroidismo autoinmune entre los trabajadores a turnos (P =0,03). Por último, en otros estudios experimentales en los que se provocaba episodios de sueño inducido farmacológicamente alternándolos con otros de exposición a la luz se encontró un aumento de los niveles de TSH.
Trastornos ginecológicos y reproductivos.
De una manera prudente, puede considerarse el trabajo a turnos como un potencial factor de riesgo de la reproducción ya que se ha relacionado con una mayor frecuencia de abortos espontáneos, partos prematuros y bajo peso al nacer. No existe acuerdo en lo referente a las alteraciones menstruales por lo que éstas pueden ser ocasionadas por otros motivos.
Efectos sobre el uso y abuso de medicamentos.
Por el hecho de estar despierto o dormido en horas inusuales o por estar trabajando en un turno determinado, un trabajador puede tomarse un medicamento en horas en los que su absorción, su metabolismo o su acción puedan verse alteradas; también puede ocurrir que el trabajador no se tome un medicamento por no habérselo llevado al trabajo por distintos motivos. Es conocido que la acción de un medicamento depende de la hora del día, de la idiosincrasia de la persona, de los ritmos de la comida (absorción) y de la función orgánica (por ejemplo, un analgésico precisa administrarse en mayor dosis cuando el umbral del dolor es más alto –por el día– que cuando lo es más bajo –durante la noche–). Por otro lado, en relación con los trastornos psíquicos y del sueño, se ha observado una mayor prevalencia en el consumo de ansiolíticos, hipnóticos, analgésicos, protectores gástricos y antidepresivos.
Trastornos oncológicos.
En octubre de 2007 la IARC consideró al trabajo a turnos como probablemente carcinógeno en humanos incluyéndolo en el grupo 2a.
La exposición a la luz por la noche puede aumentar el riesgo de cáncer de mama al suprimir la producción nocturna normal de melatonina por la glándula pineal, lo que, a su vez, podría aumentar la liberación de estrógenos por los ovarios, otra teoría es la que habla de una posible alteración de los receptores estrogénicos.
También se han encontrado relaciones entre el trabajo a turnos y el cáncer de próstata y en el caso del trabajo nocturno con linfomas no-Hodgkin y tumores endometriales.
Accidentes de trabajo.
La fatiga que entraña superar esta disminución de las capacidades de las personas que trabajan a turnos o por la noche hace que menoscabe aún más su capacidad psicofísica, lo que se traduce en un incremento del número de fallos o errores que, a la vez que disminuyen el rendimiento del trabajador (lo que daría lugar a una menor percepción de las situaciones riesgo, la cual ya es menor durante los turnos de noche) puede comprometer su seguridad manifestándose en forma de accidentes. El riesgo de accidentes en trabajadores a turnos o nocturnos es 2,1 y 1,9 veces mayor respectivamente en comparación con los trabajadores de día.
Además, como ya hemos comentado, muchos trabajadores a turnos están pluriempleados por lo que aumentan el número de horas de trabajo semanales, lo que también contribuye a un mayor riesgo de sufrir accidentes.
EFECTOS SOBRE LA VIDA FAMILIAR.
La alternancia en los horarios perturba especialmente los ritmos de vida y las costumbres domésticas. El trabajador a turnos se ve obligado a una de las siguientes conductas:
- Adaptar las costumbres de su familia a su horario de trabajo, pudiendo dar lugar a enfrentamientos en el seno familiar.
- Someterse a las costumbres de la familia, lo que produce una desincronización de sus ritmos con los de la familia.
- Seguir un ritmo independiente, que lo desconecta de la familia.
En un reciente estudio realizado en EE.UU. sobre familiares de trabajadores a turnos las principales quejas recayeron sobre: abandono de funciones conyugales y familiares y menores oportunidades sociales y de ocio.
Por otro lado, no debemos olvidar que antes y después del trabajo deben atenderse las tareas del hogar lo cual hará que aumente más la sensación de fatiga.
EFECTOS SOBRE LA VIDA SOCIAL.
Se ha comprobado que el trabajador nocturno presenta una sensación de descontento y aislamiento tal que algunos la han calificado como “muerte social”. Esta sensación es consecuencia de la diferencia entre los horarios del trabajador nocturno y de los otros trabajadores; es decir, una desincronización de su tiempo de ocio que se ve agravada cuando se realizan turnos rotatorios por la continua modificación de los horarios.
OTROS EFECTOS.
- Aumento del absentismo laboral, mayor conforme avanza la semana.
- Insatisfacción laboral: el grado de satisfacción es una función directa del período de tiempo en el trabajo por turnos. La satisfacción con esta modalidad de trabajo parece estar inversamente relacionada con el nivel técnico y educacional de los trabajadores.