
Últimamente se habla mucho de que tan importante es ser algo (se entiende que “algo bueno”), como parecerlo. En el área de prevención de riesgos laborales, como en otras funciones técnicas, los profesionales que nos dedicamos a ello nos enfrascamos en sacar adelante los aspectos técnicos de nuestro trabajo, dejando en un papel secundario otros aspectos importantes de gestión.Esos otros aspectos pueden ayudar a que la prevención sea percibida como una disciplina que aporta a la organización y que realmente está al servicio de los empleados. Trabajar el otro lado de la prevención de riesgos laborales puede contribuir significativamente a conseguir una mayor implicación de la organización (dirección, mandos intermedios… empleados en general) con la prevención y a mejorar el proceso de venta interna.
¿Cómo podemos trabajar el otro lado? Cada uno puedo adoptar el camino que crea conveniente. El branding puede ser uno de ellos. Como una herramienta de gestión, que sin proponer soluciones universales, nos proporciona el marco idóneo para elaborar un mensaje y unos valores coherentes en la globalidad de de prevención de riesgos laborales. El branding nos da unas pistas de qué debemos tener en cuenta:
- Crea una identidad o visión sobre la que desarrollar el modelo preventivo de la empresa. Son los principios y valores sobre los que vas a desarrollar todas las acciones. ¿Qué propósito tiene la prevención de riesgos laborales? ¿Qué ofrece la prevención a la organización? ¿0 accidentes, ahorro, competitividad…? ¿Y a los empleados? ¿Bienestar, protección, satisfacción laboral…? Estructúralos en torno a una idea central, sencilla de comunicar y de entender.
- Cuida la forma y contenido del lenguaje. Adapta las palabras según la audiencia del momento. Si quieres involucrar a las personas, evita hablar siempre con tecnicismos. Lamentablemente, nuestra profesión está llena de expresiones con connotaciones negativas o con limitaciones (accidente, normativa, modificación del comportamiento, falta de…) ¿Quién quiere verse involucrado en la investigación de un accidente? ¿Buscamos culpables o soluciones? Hay que cambiar la dinámica hacia un lenguaje positivo y cercano, que ayude a crear sentimientos de pertenencia, autoestima, eficiencia, cuidado activo del espacio de trabajo…
- Transmite una imagen coherente. Las acciones y las palabras deben ir de la mano. Si lo más importante, desde el punto de vista preventivo sucede en el lugar de trabajo, hay que hacer más prevención allí y menos en los despachos o en la inspección de trabajo.
- Comunicación bidireccional. En prevención siempre hemos estados muy “marcados” por los requisitos de información y formación. ¿Qué participación tiene el empleado en esto? ¿Qué posibilidad tiene de sentirse involucrado alguien con los métodos tradicionales? Cambia y completa los mails, carteles, folletos, acuses de recibo, sesiones en aulas… con grupos de mejora, foros internos o buzón de sugerencias.
- Las intenciones no son objetivos. No es lo mismo tener la visión de una organización con “0 accidentes” que un objetivo de “0 accidentes”. Hay que transformar la visión en objetivos diarios sobre los empleados, en algo motivante, alcanzable, relevante… sobre lo que puedan llegar a tener un control y esté dentro de su actividad diaria.
- Las historias sencillas permiten comunicar mensajes complejos. Apóyate en las experiencias vividas por otros y en sus testimonios para involucrar a las personas. En el límite, la mejor forma de transmitir los beneficios de la prevención es que otros lo hagan por ti.
- No hagas trampas al solitario. La imagen del departamento de prevención no es un sello o un certificado que se trabaja unos días antes. La prevención es una cuestión de equipo y trabajo constante, casi incansable. Reconoce los logros personales de los que te ayudan, da feedback positivo,… crea cultura preventiva desde el ejemplo de tu trabajo diario.
Durante mis años de experiencia trabajando en servicios de prevención (propios y ajenos), unas veces desde dentro y otras desde fuera, siempre he creído que la palabra “servicio” es la que condensa la verdadera razón de la función preventiva. Pero no siempre somos conscientes de ello.
Llámalo branding, o toma prestados los conceptos que creas conveniente. Lo importante es adoptar un punto de vista sobre el que analizar qué es nuestro departamento de seguridad y salud, qué podemos ofrecer y cómo queremos que nos perciban. Desde esta perspectiva, con esfuerzo y trabajo constante podemos conseguir que la prevención de riesgos laborales tenga una posición más cercana, más coherente y con más implicación.
Autora: Dolsina Álvarez (Socia Directora de AREASeys)