
En próximas fechas verá la luz una versión renovada de la Guía Técnica de Agentes Químicos del INSHT. Presumiblemente las metodologías simplificadas reciban, del INSHT, un mayor respaldo del que tenían en la versión actual de la Guía, en especial la vía inhalatoria quizá no tanto la vía dérmica.
Es proverbial la ligereza con que solemos despachar la evaluación de esta via dérmica, acudiendo a fórmulas preestablecidas como “… mientras se mantenga controlada la vía dérmica” o ” … siempre que la aportación por vía dérmica no sea significativa” o ” … mientras la vía dérmica se mantenga eficazmente protegida mediante los EPI adecuados”. En definitiva, recursos para no dar la sensación de cerrar en falso una evaluación.
Afortunadamente, ya se han desarrollado metodologías razonablemente accesibles y fáciles de aplicar para que la evaluación dérmica de los agentes químicos tenga un final más digno. Disponemos de, al menos, seis métodos sencillos para evaluar esta vía:
- Método del INRS descrito en la ND 2233 y en el anexo F de la publicación del INSHT “Sistemática para la evaluación higiénica” en castellano.
- Kit de herramientas RISKOFDERM v1.0 (aplicación excel descargable de la web del INSHT) en castellano
- EMKG v2.2 del BAuA (manual descargable de la web del BAuA y del blog del riesgo químico en castellano).
- Stoffenmanager v5.0 del ministerio holandés de empleo y asuntos sociales (aplicación on-line) en inglés.
- ECETOC-TRA v3.0 (aplicación excel descargable de la web de ECETOC) en inglés.
- RISKOFDERM Potencial exposure dermal model v2.1t (aplicación excel descargable de la web de TNO y del blog del riesgo químico en castellano).
Las cuatro primeras (1, 2, 3 y 4) cualitativos pertenecen a esa clase de metodologías que denominamos en nuestro argot “control banding”, la primera y la tercera requiere muy poca información, la segunda fija 15 variables y la cuarta 10, de un máximo de 22 variables que recogen los modelos teóricos de Scheneider y Marquart Los dos últimos (5 y 6) son métodos semicuantitativos, el primero de ellos (5) está basado en estimaciones de la “carga dérmica” a partir de EASE y el último (6) en estimaciones y datos reales de la carga dérmica medida durante el desarrollo del proyecto europeo RISKOFDERM.
Estas dos últimas metodologías (5 y 6) tienen un gran potencial ya que ECHA sostiene que, en los informes de seguridad química, deben determinarse los valores DNEL y DMEL para efectos localizados en piel y efectos sistémicos por vía dérmica de larga duración y dichos valores ya empiezan a verse en las FDS. Esto supone un gran avance en la evaluación de la vía dérmica como podrá comprobarse más adelante.
Más información sobre como evaluar la vía dermica y no desfallecer en el intento aquí
Luis A González Escandón
Director Autonómico de Seguridad e Higiene de
ASEPEYO en la Comunidad de Madrid