
Estamos en verano y el calor provoca la utilización de calzado fresco: sandalias, chanclas y demás zapatos acuaticos. Pero, ¿es seguro el uso de chanclas en el trabajo?
Existen puestos de trabajo en los que el riesgo de caídas al mismo o a distinto nivel por resbalón así como el riesgo de choque con elementos inmóviles, por ejemplo, desaconsejan totalmente el uso de chanclas y sandalias (que no sean de seguridad).
Asimismo, un estudio de la estadounidense National Foot Health Assessment desvela que el 78% de los adultos con más de 21 años ha sufrido problemas en los pies, y que en gran medida se debe al uso de las chanclas veraniegas. Al contar solo con una fina goma como soporte estructura, este calzado no absorbe el impacto contra superficies duras. Nuestros pies, dicen los expertos, están preparados para caminar por superficies naturales como la hierba o la arena, por lo que usar chanclas para andar sobre el asfalto puede causarnos varios problemas.
Por un lado, al ser planas generan dolores en las rodillas, la espalda y la cadera. Además, es frecuente que den lugar a la formación de ampollas, y su uso frecuente está asociado a caídas, lesiones de tobillo y fracturas de huesos.
Pero no se queda ahí la cosa ya que conducir con chanclas o descalzo incrementa el peligro de sufrir un accidente. Según un estudio de la Fundación del Comisariado Europeo del Automóvil, cinco de cada cien conductores confiesan que han conducido alguna vez con las chanclas puestas o incluso se atreven a ir descalzos, un hábito especialmente peligroso ya que conlleva perder superficie de apoyo y sensibilidad con los pedales. De igual manera, hacerlo con chanclas priva de la máxima libertad de movimiento, pueden engancharse en los pedales y nos arriesgamos a sufrir un accidente por no poder actuar de manera correcta ante un imprevisto. Aunque conducir con chanclas no está prohibido, un agente podría multarnos si considera que ello limita nuestra libertad de movimiento.
Desde la Fundación CEA se recomienda la utilización de un calzado ergonómico para poder pisar los pedales con fuerza y precisión. Debe ser flexible, firme, con sujeción, comodidad y transpirabilidad.
‘No corras que llevas chanclas’, es también una iniciativa motera en favor de la seguridad y por lo tanto, desaconseja la utilización de las chanclas para la conducción de motocicletas.
Fuente: Prevenblog
