
Alargar las jornadas laborales, lejos de aumentar el rendimiento, obstruye el normal funcionamiento del cerebro
Cuando nos enfrentamos a una fecha límite para la entrega de un proyecto, a menudo no vemos otra solución que seguir trabajando incluso por la noche. Sin embargo, un estudio publicado en una revista sueca demuestra que hacerlo así no solo reduce la productividad al día siguiente sino que además es realmente perjudicial para el cerebro.
Los investigadores midieron los niveles en sangre de ciertas proteínas asociadas con lesiones cerebrales, como las conmociones, y encontraron que estos niveles eran un 20 % más altos en las personas que se quedaban trabajando por la noche frente a aquellas que optaban por descansar y continuar con más fuerzas el día siguiente. Evidentemente no hasta niveles de conmociones pero si como prueba de que pueden hacer un daño en el cerebro.
He aquí cuatro consecuencias que sustituir el trabajo por el descanso tiene en el cerebro.
- Aumenta el riesgo de error.
- Somos menos listos.
- El sueño es irrecuperable.
- Necesitamos los beneficios de la oscuridad.
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Imagen CC Phil and Pam Gradwell (to be)