[pullquote]h.[/pullquote]
Los autores de este estudio siguieron a casi 70.000 mujeres durante dos décadas (cada dos años desde 1989 a 2009) y concluyeron que podrían evitarse tres cuartas partes de los ataques cardíacos adoptando seis hábitos saludables:
- no fumar;
- mantener un índice de masa corporal normal;
- practicar alguna actividad física al menos 2,5 horas a la semana;
- tomar como máximo una bebida alcohólica al día;
- ver menos de siete horas de televisión a la semana y,
- llevar una dieta equilibrada y de calidad.
Durante el seguimiento, 456 mujeres tuvieron ataques cardiacos y 31.691 mujeres fueron diagnosticadas con uno o más factores de riesgo cardiovascular, como diabetes tipo 2, presión arterial alta o colesterol alto en la sangre. La edad media de las mujeres al comienzo del estudio fue 37,1 años; 50,3 años para el diagnóstico de enfermedad cardiaca y 46,8 para el diagnóstico con un factor de riesgo.
Las mujeres que se adhirieron a las seis prácticas tenían un riesgo un 92% menor de ataque al corazón y un 66% menor de desarrollar un factor de riesgo para enfermedades cardiacas.
Para los autores, este menor riesgo supondría que se podrían haber evitado tres cuartas partes de los ataques al corazón y casi la mitad de todos los factores de riesgo en las mujeres más jóvenes si todas ellas hubieran seguido estilos de vida saludables.
Para las mujeres que fueron diagnosticadas con un factor de riesgo, el cumplimiento de al menos cuatro de los principios se asoció con un riesgo significativamente menor de desarrollar enfermedades del corazón.
Además, no fumar, practicar ejercicio físico, comer bien y mantener un peso adecuado se asociaron de forma independiente con un menor riesgo de enfermedad cardíaca. Sin embargo, las mujeres que consumían cantidades moderadas de alcohol –una bebida al día de media– eran las que corrían menor riesgo en comparación con las abstemias y las más bebedoras.