Esta mañana he asistido a un entierro y ha sido inevitable fijarme en el trabajo de los operarios de la empresa SAV (@SAV_lavega) del cementerio de Valencia.
Debido a la situación, poco agradable, también me disponía a ver un triste espectáculo en materia de prevención de riesgos laborales. Pensaba que vería una escena de la Eneida, con Caronte guiando a los difuntos de un lado al otro del río…….
¡Nada más lejos de la realidad!.
He presenciado un escena, desde el punto de vista de la prevención, profesional, adecuada, protocolizada. Los trabajadores tenían el conocimiento, los medios, el proceso adecuado.
Me han dado una bofetada de realidad.
Un detalle final, al terminar el servicio, cada trabajador ha recogido su equipo de protección individual (arnés, cuerda y mosquetones) en su bolsa, de la forma más natural, sabiendo el porqué de los procedimientos.
Muy profesionales, como decía el gallego en la película.
Una parte de la sorpresa ha sido el vehículo utilizado, un porta féretros de tijera modelo Ares, eléctrico, la barca de Caronte en el S XXI.
La prevención y los años de trabajo nos hacen ver la vida como una “valoración de riesgos”. Nos quejamos en las redes de la falta de medios, conocimiento hacemos fotos de las burradas, pero la vida o “la muerte” también nos regala situaciones positivas donde vemos que no todo está perdido, hay esperanza y gente que hace bien su trabajo.
Mi felicitación para la empresa SAV (@SAV_lavega) desde este trabajador de la prevención y espero que se difundan las prácticas correctas en el resto de lugares de trabajo similares.