
Scott Adams, autor del archiconocido best seller de humor empresarial ‘El Principio de Dilbert’, en la última versión de su libro, con el irónico subtitulo de ‘Cómo progresar en el siglo XXI gracias a la estupidez’, se incluye el capítulo ‘Las grandes mentiras de la dirección’, en el que el bueno de Scott Adams recoge “las mentiras de dirección más populares de todos los tiempos” con las que los mandamases no dejan de incordiar a sus empleados. Son las siguientes:
1. Los empleados son nuestro bien más valioso: “Superficialmente esta afirmación parece ir en contra del hecho de que las empresas tratan a sus ‘bienes más valiosos’ de la misma forma que una aspiradora trata al polvo”.
2. Yo sigo una política de puertas abiertas: “El jefe sabe que puede intimidar a la gente para que evite acercarse a su despacho por el simple procedimiento de asignar trabajo a las diez primeras personas que lo intenten”.
3. Bajo el nuevo plan podrá ganar más dinero: “¿Usted cree probable que la empresa modifique todo el plan de compensación para ofrecerles más dinero a todos ustedes. Los aumentos de sueldo son tan infrecuentes en estos tiempos que su empresa se olvidó de que existían hace tiempo”.
4. Nos estamos reorganizando para servir mejor a nuestros clientes: “¿No cree que es probable que la directiva no tenga ni idea de cómo arreglar los problemas de la empresa y que piense que la reorganización de la actual cuadrilla de imbéciles al menos disimule el progreso?”
5. El futuro es brillante: “¿Le parece probable que su jefe sea un visionario que puede predecir el futuro, a pesar de ser incapaz de manejar el ordenador que tiene sobre la mesa?
6. Recompensamos a quienes asumen riesgos: “Por definición, quienes asumen riesgos fracasan a menudo. ¿Le parece probable que su jefe vaya a recompensar de pronto a gente que ha fracasado, sabiendo que cada uno de ellos ha hecho que el jefe reciba por lo menos un rapapolvo de la alta dirección?”.
7. El rendimiento será recompensado. “¿De veras le parece probable que este año los altos ejecutivos digan: “Al diablo con la cotización en bolsa de las acciones y con nuestras primas. ¿En qué estamos pensando? ¡Distribuyamos más dinero entre los empleados!”
8. La formación es una de nuestras principales prioridades. “¿Le parece probable que su jefe deje intacto el presupuesto de formación y en su lugar ahorre dinero retrasando el lanzamiento de un nuevo producto, renunciando así a su propio aumento y prima”.
9. No he oído comentar ningún rumor. “¿No cree que es probable que su jefe sabe que las noticias son tan malas que hasta el más ligero atisbo de la verdad hará que los empleados sean menos productivos?”
10. Revisaremos su rendimiento dentro de seis meses: “¿Y por qué hay que esperar seis meses para determinar un posible aumento de sueldo? Tal vez porque su jefe entiende que usted puede llegar a ser mucho más inteligente dentro de 180 días”.
11. Nuestra gente es la mejor: “Esta mentira es muy apreciada por los empleados. Por desgracia, sólo una empresa de cada sector puede contar con los mejores empleados. Además, es un poco extraño que la empresa que presume de tener los mejores empleados tenga los sueldos congelados”
12. Su opinión es muy importante para nosotros. “Otra mentira apreciada por los empleados, pero totalmente falaz ya que, para el jefe la siguiente ecuación es la que rige su cerebro: Opinión del empleado = Más trabajo = Malo”.
¿Exageraciones de Scott Adams? En algunos casos, puede que sí. Pero en otros sí que pone dolorosamente el dedo en la llaga. ¿O no?
Leído en: Emprende Bloggers