Las empresas españolas afrontarán dos grandes retos en materia de sostenibilidad en los próximos años. La innovación para reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero y la economía circular se presentan como los pilares estratégicos en las políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) a tenor de lo concluido en el Taller empresarial: La transición hacia una economía baja en carbono organizado por la Fundación Caja de Ingenieros y el Instituto de Innovación Social de ESADE. El objetivo de la sesión ha consistido en repasar los últimos casos de innovación del sector financiero y alimentario frente al cambio climático y en definir un patrón claro para el estudio que ambas organizaciones llevarán a cabo en esta área en los próximos meses.
En la jornada han participado una selección de empresas españolas del sector alimentario que se han convertido en referentes en el ámbito de innovación para mitigar el cambio climático. Los efectos de este fenómeno alcanzan actualmente especial relevancia ante nuevos escenarios políticos a nivel global y el consecuente cumplimiento de los objetivos alcanzados en el Acuerdo de París para el Cambio Climático.
Los efectos devastadores del aumento de las emisiones de CO2
En este sentido, el aumento de las emisiones de CO2 está causando efectos devastadores en el planeta que podrían empeorar en los próximos años. Heloise Buckland, investigadora del Instituto de Innovación Social de ESADE ha resaltado durante la jornada que “actualmente, 27% del territorio español está clasificado como árido. Casi un 50% del territorio español podría ser incultivable en 2040 si no existe un cambio de mentalidad”. “En los últimos años hemos registrado ya un aumento global de temperatura de 0,85 ºC. Si se llegara a incrementar a un grado por encima de los niveles pre-industriales, nos enfrentaríamos a la desaparición de los glaciares de montaña en todo el planeta, lo que supondría una grave amenaza para el suministro de agua potable. Además, los arrecifes coralinos del mundo ya estarían muertos y estos ecosistemas acogen una tercera parte de toda la vida de los océanos”, ha añadido.
Por otro lado, la sesión ha reflejado también cómo los criterios medioambientales suponen una amenaza directa para el sector financiero. El Director General de Caja de Ingenieros Gestión, Xavier Fábregas, reflexionó sobre la creciente demanda de los fondos que gestiona actualmente la entidad y que promueven las Inversiones Socialmente Responsables (ISR) integrando criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, favoreciendo así las inversiones sostenibles a largo plazo. “Los inversores tienen cada vez más en cuenta criterios no financieros y los fondos ISR ofrecen un análisis de riesgos más riguroso para calcular la actuación medioambiental, social y corporativa de las organizaciones, así como medir su desarrollo y crecimiento sostenible en el futuro”, ha destacado.
Asimismo, representantes del sector alimentario presentaron sus avances en la reducción de emisiones de CO2 conscientes de que el 60% de éstas son causadas directamente por la actividad humana según el International Panel on Climate Change (IPCC). En este sentido, los participantes han coincidido en apuntar a la Ecoeficiencia como una de las claves para acometer este propósito mediante la implementación de modelos de desarrollo enfocados a la optimización de los recursos que garanticen perdurabilidad en el tiempo y capacidad de generar riqueza, desarrollo y confianza a lo largo de toda la cadena de valor. La Economía Circular también se ha erigido como un principio básico de las políticas de RSC sobre la base de compartir, reutilizar y reciclar en el marco del objetivo de crear más bienes y servicios utilizando menos recursos y generando menos residuos y contaminación.
Hacia una economía baja en carbono
A partir de los resultados extraídos en la sesión, la Fundación Caja de Ingenieros impulsará una investigación dirigida por el Instituto de Innovación Social de ESADE en torno a las implicaciones del cambio climático y los principales avances que se están desarrollando en este sentido en el sector empresarial. El objetivo del estudio, cuya publicación está prevista para el próximo año, es explorar las oportunidades que plantea un nuevo modelo de economía baja en carbono y cómo las compañías españolas están afrontando los desafíos en esta área de actividad.
El trabajo contemplará dos fases de estudio en las que en primer lugar se llevará a cabo un análisis de las tendencias a nivel internacional, el marco regulatorio europeo y español, y el papel del sector financiero en la transición hacia una economía baja en carbono. Mientras, la segunda parte del estudio se enfocará en el sector alimentario abarcando diferentes etapas desde la producción, la elaboración de alimentos y bebidas y su posterior distribución y comercialización.
Victor Cardona, Director de RSC de Caja de Ingenieros, destaca: “La RSC es uno de los pilares estratégicos de Caja de Ingenieros desde el nacimiento de la entidad. Nuestros esfuerzos como cooperativa se concentran en ofrecer un retorno constante a la sociedad tanto mediante nuestro marcado compromiso social como el respeto al medio ambiente. Nos sentimos orgullosos de colaborar con una institución de prestigio como el Instituto de Innovación Social de ESADE en este estudio, ya que las conclusiones que extraigamos nos aportarán una hoja de ruta clara y precisa para abordar los importantes desafíos que nos esperan en el futuro en materia de sostenibilidad.”