
A pocos días de que se cumpla el segundo aniversario del terremoto de Fukushima, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha presentado su informe sobre los efectos que el accidente nuclear de 2011 tuvo en la población japonesa y en otras regiones del mundo. Y sus conclusiones señalan un leve aumento de los casos de cáncer en las zonas más cercanas a la central nuclear.
Concretamente, las conclusiones presentadas por la OMS hablan de un incremento del riesgo del 4% en todos los tumores sólidos (en cualquier órgano) paras las mujeres que resultaron expuestas a las dosis más altas de radiación siendo niñas; un 6% concretamente en el caso de cáncer de mama, y un 70% de incremento de riesgo de tiroides. Mientras que para los varones, el riesgo más destacado se refiere a la leucemia, con un incremento del 7% para los niños residentes cerca del área del siniestro.
Todas estas cifras se refieren en comparación con la población sana de la misma edad. Es decir, si una niña sana tiene un riesgo de cáncer de tiroides del 0,75%, las más cercanas al ‘epicentro’ nuclear lo verán aumentado hasta el 1,25%. Precisamente el tiroides en la infancia es uno de los órganos más susceptibles a estas secuelas, como ya ocurrió en Chernobil (Ucrania), debido a que ‘capta’ más que ningún otro órgano del cuerpo las partículas radiactivas.
Para la segunda zona más contaminada por la radiación, situada en la propia prefectura de Fukushima (fuera ya del primer cinturón de 20 kilómetros a la redonda), estas cifras se reducen ya a la mitad. Mientras que para las poblaciones del resto de Japón y del mundo, han añadido los especialistas, los efectos de la radiación no se han traducido en un incremento del riesgo de cáncer.
Para Eduardo Rodríguez-Farré, miembro del comité científico sobre nuevos riesgos para la salud de la Comisión Europea, dos años es un tiempo demasiado corto para valorar estos riesgos; aunque sí coincide con el informe en que el cáncer de tiroides en niños es el más susceptible de aumentar por la radiación.
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