
¿Felicidad en el trabajo?
La expresión “felicidad en el trabajo” parece un oxímoron por sus términos aparentemente contrapuestos. Nuestra cultura tiene muy interiorizada la idea de que el trabajo es una carga, una especie de “castigo divino”. ¿Feliz en el trabajo? ¡Qué disparate!
Por este motivo me sentí gratamente sorprendido cuando, en la jornada técnica organizada por el INSHT a la que tuve ocasión de asistir el pasado 26 de octubre, descubrí que la primera ponencia de Mª Dolores Solé se titulaba “Salud, bienestar y felicidad en el trabajo” y que además, los representantes de las empresas excelentes que participaron en el evento se manejaban con cierta soltura ante tales términos.
No me sorprendió tanto el hecho de que se hablara de la felicidad en el trabajo (que es objeto de estudio de la Psicología Positiva desde hace casi dos décadas) como de que se tratara este tema en un organismo oficial. Creo que esta es una clara señal de que estamos “saliendo del armario” (si se me permite la expresión).

José Antonio Aguilar
PRL y felicidad en el trabajo
Ciertamente, nos hallamos ante un cambio de paradigma en la cultura empresarial. La tradicional motivación extrínseca (palo y zanahoria) que ha prevalecido en el mundo del trabajo, está cediendo su hegemonía a la motivación intrínseca, que es una fuente de felicidad ya que está basada en el empoderamiento de los empleados, la satisfacción por el trabajo en sí mismo, el aprendizaje, el crecimiento personal y profesional, la autosuperación y un sentido de propósito y significado. Así pues, se está superando la clásica relación contractual de compra del tiempo de los trabajadores a cambio de salario para permitir que las personas vean en el trabajo, no sólo una fuente de ingresos, sino también una oportunidad de desarrollarse y de aportar toda su capacidad creativa, algo que hoy en día es imprescindible para la pervivencia empresarial.
La Prevención de Riesgos Laborales (PRL) no es ajena a este cambio de paradigma. Originalmente centrada en la prevención de accidentes, ha ido progresivamente ampliando su alcance para incluir todo tipo de daños derivados del trabajo, en especial, la prevención de los riesgos psicosociales, entre los que cabe destacar el estrés y sus graves consecuencias potenciales para la salud física y mental de los trabajadores y del conjunto de nuestra sociedad.
Y eso no es todo, ya que parece surgir con fuerza una PRL que pretende ir todavía más allá para convertirse en “motor” de cambio y de excelencia empresarial, tal como explica Manuel Bestratén en su artículo [1], en el que ofrece una visión rica y esperanzadora de la PRL, fundamentándola en las actuaciones que están teniendo empresas de éxito. Para ello se requiere que la PRL se sustente sobre valores éticos y sociales (tan reclamados por nuestra sociedad), sobre valores de eficacia organizacional y sobre valores económicos, más allá del mero cumplimiento de los requisitos legales, para integrarse plenamente en el sistema de gestión empresarial, dentro de un marco de Responsabilidad Social. Es entonces cuando la productividad, la calidad y la innovación, claves para la sostenibilidad de toda organización, se incrementan de manera natural como resultado de una visión empresarial que pone la debida atención en las personas y en sus condiciones de trabajo.
De este modo, la PRL estaría dejando de ser una obligación normativa, hasta cierto punto “molesta”, que hay que cumplir para evitar problemas y sanciones, para convertirse en la piedra angular sobre la que articular una nueva cultura de excelencia y de sostenibilidad empresarial que sitúa a las personas en el corazón de las organizaciones y de los sistemas de gestión. Es ahí, entonces, cuando la felicidad en el trabajo deja de ser un sueño idílico, para convertirse en estrategia de negocio. Las empresas del futuro, las competitivas, las que atraen y retienen el talento, están caminando en esta dirección.
“Search Inside Yourself”: Empleados felices y eficientes
Google fue una de las primeras empresas que comprendió la importancia que tiene la felicidad de los empleados, y una de las cosas que hizo para impulsarla fue desarrollar en el año 2007 un curso de inteligencia emocional y liderazgo, basado en los últimos avances de la neurociencia y en la práctica de mindfulness. Fue bautizado con el nombre de “Search Inside Yourself” (SIY), es decir, “Busca en tu interior”. SIY pronto se convirtió en el curso de formación más popular de la empresa. Por este motivo, en el año 2012 se creó Search Inside Yourself Leadership Institute (SIYLI), una organización cuyo propósito es ofrecer el programa SIY fuera de Google. Empresas tales como Ford, Linkedin, AXA, American Express, ThyssenKrupp y SAP, entre muchas otras, ya lo están utilizando, y ahora tal formación está también disponible en España, en dónde ya hay unos pocos profesores oficialmente certificados por SIYLI para impartirla.
No sé si el lector está familiarizado con el término “mindfulness”, que suele traducirse por “atención plena”. Es una práctica que consiste en dirigir la atención deliberadamente a lo que ocurre en el momento presente, con curiosidad y apertura. La práctica de mindfulness tiene en sí misma muchos efectos positivos, tales como: aumento de la capacidad de concentración y de la claridad mental, reducción del nivel de estrés y mejora del bienestar.
Lo que diferencia al programa SIY de otros programas basados en mindfulness (tales como MBSR), es que en SIY la práctica de mindfulness se orienta hacia el desarrollo de todas y cada una de las competencias emocionales básicas: el autoconocimiento, la autorregulación, la motivación, la empatía y las habilidades sociales. SIY es un curso especialmente diseñado para empresas. Para desarrollarlo, Chade-Meng Tan (un ingeniero de Google) reunió un equipo de reconocidos expertos mundiales, entre ellos Daniel Goleman (autoridad mundial en inteligencia emocional) y neurocientíficos de la Universidad de Stanford [2]. SIY es un curso de liderazgo, ya que ayuda a las personas a adquirir las competencias emocionales que les permitirán ser mejores líderes. SIY se inspira en el paradigma de la Psicología Positiva; es un curso que ayuda a las personas que trabajan en organizaciones a dar mejor de sí mismas, a alcanzar un rendimiento máximo y sostenido, una gran capacidad de colaboración y, al mismo tiempo ser más felices.
Volvemos así a nuestro leitmotiv: la felicidad en el trabajo. Empresas como Google ya han comprendido que promover la felicidad de los empleados es el mejor camino (y tal vez el único realmente sostenible) para alcanzar la excelencia empresarial, la cual, en nuestro competitivo mundo, como se ha dicho, no es un lujo, sino una necesidad.
Combinando SIY y PRL
Así pues, vemos que el programa SIY y la PRL persiguen en última instancia los mismos objetivos y se complementan sinérgicamente entre sí. En efecto, la PRL ofrece el marco, la estrategia a nivel organizativo y los procedimientos para avanzar en la dirección correcta y alcanzar la excelencia empresarial a través de la implicación de mandos y trabajadores y la satisfacción y bienestar de los mismos. Y por su parte, SIY ofrece un conjunto integrado de herramientas que permiten llevar a cabo con mayor efectividad todo este proceso transformativo en las personas y en las organizaciones, a través del desarrollo de las competencias emocionales y de la capacidad de liderazgo.
Examinemos a continuación esta complementariedad y de qué manera SIY puede contribuir en distintos aspectos de este proceso transformador articulado en torno a la PRL:
Valores
Veamos en primer lugar si existe una coherencia desde el punto de vista de los valores. Los valores que implícita o explícitamente forman parte del programa SIY básicamente son los siguientes:
- Responsabilidad personal
- Responsabilidad social
- Comportamiento ético
- Perseverancia y resiliencia
- Respeto, empatía y amabilidad
- Cooperación, confianza y trabajo en equipo
- Orientación hacia el bien común
Estos valores sin duda constituyen una parte fundamental de los valores organizacionales que sustentan la PRL y definen una cultura de excelencia empresarial [3].
Por otro lado, es importante señalar que la práctica de mindfulness permite mantener mejor contacto con nuestros valores y darnos cuenta de cuándo nos estamos apartando de ellos.
Atención a las condiciones de trabajo
Una consecuencia inmediata de la práctica de mindfulness es que permite trabajar con mayor concentración y serenidad, y con menos distracciones. Por lo tanto, es una herramienta muy útil en el control de nuestros actos para la prevención de los accidentes y de los comportamientos indebidos que están en su origen, que en muchos casos se deben a la presión del entorno, a tensiones propias y a factores de distracción.
Además, la práctica de mindfulness orientada al autoconocimiento y a la autorregulación emocional, tal como se enseña en SIY, tiene también un impacto positivo en los aspectos psicosociales de la salud, ya que proporciona una mayor capacidad para gestionar y reducir el nivel de estrés, y para evitar comportamientos compulsivos que pueden ser perjudiciales para uno mismo o para los demás.
Productividad, calidad e innovación
Como ya hemos mencionado, la práctica de mindfulness favorece la concentración y reduce las distracciones, y por lo tanto tiene un efecto favorable, no sólo en la reducción de accidentes, sino también en el aumento de la eficiencia en el trabajo, afectando positivamente a la productividad, la calidad y la creatividad.
Por otro lado, el cultivo de la empatía y la amabilidad, que es una parte esencial del programa SIY, permite un funcionamiento óptimo de los equipos, creando un clima de respeto y confianza que favorece la participación y la cooperación, y estableciendo de este modo condiciones idóneas para fomentar la creatividad y la innovación, y para prevenir el conflicto laboral o gestionarlo mejor.
Liderazgo transformador
Una organización excelente necesita ante todo un liderazgo que sea además de “transaccional”, “transformador”, para estimular e inspirar los procesos de cambio. La PRL bien gestionada, al servicio de las personas para mejorar aspectos de sus condiciones de trabajo ofrece un marco idóneo para la generación de tal liderazgo. Y por su parte, “Search Inside Yourself” ofrece a los líderes las herramientas necesarias para poder convertirse en líderes excelentes. Líderes dotados de un alto grado de inteligencia emocional que influyen en los demás a través del comportamiento ejemplar, de la presencia, de la escucha atenta, de la empatía y de la amabilidad. Líderes capaces de sostener y llevar a buen puerto las conversaciones difíciles, de mantener el equilibrio ante la adversidad y de tomar la mejor decisión posible en cada situación. Líderes que anteponen el bien común a los intereses personales. Líderes que a su vez ayudan a sus colaboradores a convertirse en líderes y agentes de cambio.
Conclusión
La combinación del modelo de excelencia empresarial basado en la PRL con el programa Search Inside Yourself (SIY) creado en Google (que utiliza la práctica de mindfulness para desarrollar la inteligencia emocional, la capacidad de liderazgo y el bienestar), es una fórmula de gran potencial para alcanzar la excelencia empresarial a través de la salud, el bienestar y la felicidad de los trabajadores. Les invito a formar parte de este proyecto integrador.
Referencias
[1] Bestratén, M. (diciembre de 2015). Ley de Prevención de Riesgos Laborales: Ahora que tengo veinte años… Seguridad y Salud en el Trabajo (Revista del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo), (85), 6-19.
[2] Tan, Chade-Meng (2012). Search Inside Yourself: The Unexpected Path to Achieving Success, Happiness (and World Peace). New York: HarperOne. Edición castellana: Busca en tu interior: mejora la productividad, la creatividad y la felicidad. Barcelona: Editorial Planeta, 2012.
[3] Bestratén, M. (2012). Valores y condiciones de trabajo (II). Selección. Notas Técnicas de Prevención. (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo), (NTP 948).
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