
La invitación
Hoy quiero contaros cómo hemos jugado a hacer PRL. Me han invitado del IES Albero, en Alcalá de Guadaira, Sevilla a hablar a las alumnas del Grado Medio de Estética sobre prevención. La prevención de riesgos laborales forma parte del temario de este grado, dentro de lo que se denomina Formación y Orientación Laboral (F.O.L.), por lo que las alumnas ya disponían de conocimientos básicos, habiendo tratado conceptos como evaluación de riesgos, planificación de la prevención o técnicas de prevención y protección. El perfil de este grupo resultaba especialmente heterogéneo:
- Menores de edad sin experiencia laboral.
- Jóvenes mayores de edad con escasa experiencia laboral en sectores afines, ampliando su formación.
- Adultas con amplia experiencia laboral en sectores afines en proceso de reciclaje.
Estas alumnas, en su mayoría, acabarán montando sus propios gabinetes de estética y serán responsables de su propia seguridad, por lo que toda la formación e información que reciban es poca.
El juego
Hemos optado por realizar la formación en el aula de prácticas, cada una de las participantes se ha sentado donde ha querido y hemos propiciado desde el principio un ambiente informal.
Dado que el tiempo de que disponíamos era limitado, 45 minutos, y el objetivo era que la mayoría estuviera ocupado por la participación de las alumnas, hemos planteado analizar únicamente 5 riesgos de la tarea “manicura/pedicura”.
Los riesgos de los que hemos hablado son:
- Riesgo químico.
- Riesgo biológico.
- Carga física.
- Fatiga mental y estrés.
- Falta de orden y limpieza.
De cada riesgo hemos trabajado 4 medidas preventivas. Las medidas se encuentran recogidas en tarjetas de color verde. Como el verde está relacionado comúnmente con lo positivo, usando este color conseguimos que, por transferencia, mejore la percepción del concepto “medida preventiva”.
A cada alumna se le ha repartido una tarjeta, cada tarjeta contenía 3 medidas preventivas, aplicables o no, al riesgo que estuviésemos tratando en cada momento. Las alumnas debían asociar las medidas preventivas correspondientes a cada riesgo y explicar el motivo de su elección.
Es muy importante explicar la dinámica de juego a las participantes, e invitarlas a preguntar si tienen dudas. Si no ha quedado claro no debe iniciarse el juego, las dudas coartan la participación y rompen el flujo de la actividad.
El proceso de juego es:
- Explicar que vamos a hablar de prevención de riesgos, mientras jugamos. No vamos a dar una clase magistral, ni a detenernos en leyes y reglamentos, vamos a tratar de algo muy concreto, que son riesgos que pueden afectar a su salud y como podemos evitar el daño y sobre todo, van a ser las alumnas las que van a participar en su explicación (este mensaje es recibido con caras de cierto escepticismo).
- Pedir a las alumnas que describan, con todo el detalle posible la actividad a analizar, en este caso, manicura/pedicura.
- Explicar que solo podemos tratar 5 riesgos por el tiempo de que disponemos, pero que no son ni mucho menos los únicos.
- Nombrar el primer riesgo.
- Invitar a las alumnas a explicar el significado del riesgo.
- Invitarlas a nombrar las medias preventivas que protegen del riesgo, buscando la información en las tarjetas de que disponen.
- La alumna que acierta, recibe un caramelo. La entrega del primer caramelo ha provocado risas generalizadas, el ambiente se relaja. Ha supuesto un refuerzo positivo. Dejamos la bolsa de caramelos a la vista una vez pasada la sorpresa inicial.
- Al final de cada riesgo recopilamos las medidas preventivas que hemos tratado y ampliamos la información sobre ellas.
- Dado que había alumnas con experiencia laboral su aportación era muy importante, en todo momento se las ha invitado a compartir su experiencia personal.
- Al final de la sesión, agradecemos su participación repartiendo los caramelos restantes entre todas las asistentes. Les dejamos las tarjetas con los riesgos de recuerdo.
Los mejores momentos
Una de las alumnas, tarjeta en mano, se quejaba de que las medidas que le habían tocado no eran válidas para los riesgos descritos y que así ella “no podía ganar” (su caramelo).
Hemos encontrado las objeciones típicas respecto al uso de los EPIs, una de las alumnas jóvenes sin experiencia laboral objetaba que con guantes no podía realizar un masaje de manos y que ponérselos y quitarlos entorpecía su labor. Otra de las jóvenes con experiencia le dio una clase magistral sobre como organizar el trabajo diciendo “el masaje se da al final (del proceso de retirada de lacas, limado, cortado, etc.), te quitas los guantes entonces y haces todo lo de antes con ellos puestos”. Es importante destacar participaciones de este tipo, dado que la información la estaban facilitando las propias compañeras y no un tutor ajeno a la clase.
Siendo la participación, en general, bastante alta, lo que más interés ha despertado ha sido la gestión del estrés y de la fatiga mental. Y es sorprendente porque seguimos tratando los riesgos psicosociales como la “invitada de segunda categoría” en el mundo de la PRL. En este caso ha sido fundamental la participación de una de las alumnas, que compartió su experiencia trabajando en un centro de estética y su incapacidad para gestionar el estrés que aquel trabajo le provocaba. Me resulta curioso porque se contrapone con la experiencia del responsable de un SPA que comentaba en unas charlas, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, que en toda la provincia de Sevilla, solo se les había solicitado expresamente la realización de 6 evaluaciones de riesgos psicosociales, 4 de ellas a instancia de la inspección de trabajo.
El coste
Inferior a 4 €, como decíamos al principio. En concreto 2 € de los caramelos y otros 2 € por los gastos de papel e impresión para las tarjetas.
Respecto a las risas, la charla amigable o la participación, pues hay cosas que el dinero no puede pagar, para todos lo demás, ya sabéis…